Cap 8

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El Futuro se Despliega


DICHO ESTO, NORTE CERRÓ los ojos un instante y recordó la primera lección de Ombric: el poder mágico reside en tener fe. Empezó a entonar:

—Tengo fe, tengo fe.

Ombric, Katherine e incluso Bunny se unieron a él, y pronto les siguieron todos los que estaban en el patio. La caja que Norte sostenía en la mano se abrió, mostrando una auténtica maravilla de origami. Una ciudad mágica pareció salir de la palma de la mano de Norte. Las cejas de Ombric se alzaron. Norte se estaba convirtiendo en algo más poderoso que un guerrero o un mago. Ombric lo sentía.

Norte inclinó la cabeza hacia Katherine, cuyos ojos resplandecían. ¡Ese era el sueño que ella le había dado cuando todo parecía perdido durante una de las primeras batallas contra Sombra! Un sueño en el que Norte era una figura llena de poder y alegría, misterio y magia, y vivía en una ciudad rodeada de nieve. Katherine le devolvió el gesto para animarlo, y Norte empezó:

—He planeado la construcción de nuevos centros de magia y aprendizaje —explicó Norte—. Un pueblo como Santoff Claussen no es suficiente, y expandirlo significaría cambiarlo. En vez de eso, lo que hace falta son nuevos lugares donde quienes posean un corazón amable y una mente inquieta, es decir, inventores, científicos, artistas y visionarios, sean bienvenidos y estimulados; donde los niños siempre estén a salvo y protegidos para que crezcan y alcancen lo mejor de sí mismos.

La ciudad de papel flotó en el aire justo sobre la mano de Norte. Había una enorme estructura con forma de castillo en el centro, rodeada de talleres y casetas. Se podía distinguir un minúsculo Nicolás San Norte dando zancadas en el centro del pueblo, acompañado por los elfos y por Petrov, su caballo. Y había una manada de renos poderosos. Los yetis también estaban allí.Norte inclinó la cabeza y esperó la respuesta del Hombre de la Luna. Había pensado que en ese momento estaría ansioso, pero se sentía tranquilo, más tranquilo de lo que recordaba haber estado jamás. Había compartido el sueño más auténtico de su corazón.


El Hombre de la Luna miró a Norte. No tuvo que pronunciar palabra alguna. Su luminosa sonrisa lo decía todo.


El Hada Reina De Los DientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora