✦TOBS カップル✦

𖣘KinKageKuni𖣘

/Dolor/

No lo entendían.

Aquellos dos azabaches, realmente no comprendían a lo que se enfrentaban. Desde muy pequeños, siempre se les había dicho que una sola persona, una chica, sería su llama gemela. Que sin importar qué, ellos deberían aceptarla cuando se lograran encontrar. Cuando lograran formar una sola alma. Y en ese momento, en esa tarde, en ese lugar. Ellos no comprendían porque su amigo decía tales palabras. Los ojos azules de aquel muchacho, los observaban como si estuviera realmente hablando en serio. Como si aquella locura que estaban escuchando, fuera cierta. Pero aquello no podría ser verdad, ni ahora, ni nunca.

-Entonces... es por eso que yo creo que nosotros somos llamas geme-...

-Tobio! Te das cuenta de lo absurdo que suena lo que dices?!... es- Imposible!...

-A-Akira tiene razón! Primero que nada... somos amigos! Lo hemos sido siempre! Y-... se supone que las llamas gemelas sólo son dos! Y la nuestra, tanto como la tuya... debe ser una chica...

-Pero-... Yuu-... Akira-... realmente siento que hay un hilo que los une a mi-...

-Deja de decir tonterías Tobio... es suficiente, mañana es la graduación, y no quiero que te la pases el día diciendo incoherencias...

-Es cierto, termina con esto... nos vemos mañana...

No tuvo una verdadera oportunidad de aclararlo. Simplemente se limitó a observar como sus dos amigos se alejaban de él, llevándose además, la tarde que momentos antes había reinado el lugar. Como explicarles aquello? El, dentro de su corazón, podía sentir los tirones, los hilos que se ataban con fuerza a los dos corazones de sus azabaches. Y de alguna manera, dolía, saber que no iba a ser correspondido. Sus orbes se cristalizaron, y no tardaron en dejar caer grandes lagrimas. Acerco su mano, para que pudiera sellar su boca, y así reprimir cualquier quejido que pudiera soltar. Se sentía solo, sabiendo que se había enamorado, aún si no fueran exactamente llamas gemelas. Se sentía abatido, e impotente ante el claro rechazo. Solo le quedaba la tristeza, y el dolor, el dolor de los tirones que sentía en su pobre corazón.

En una calle vacía, se encontraban dos chicos, con una clara altura marcada. Caminaban en silencio, sin mencionar absolutamente nada de lo que acababan de vivir. Fue aquella una confesión? Era acaso que su querido amigo de ojos azules se había enamorado de ellos? Tal vez, debieron darse cuenta y rechazarlo apropiadamente, sin rodeos. Aunque de igual manera, el azabache debió de decirles que estaba enamorado de ellos, y no inventar aquella ridiculez de las llamas gemelas. No iban a admitirlo, pero el saber que alguien sentía aquel hermoso sentimiento por ellos, hacía que mariposas se comiencen a sentir por todo su cuerpo. Y como si de una casualidad se tratase, Akira dejó salir un quejido, alertando al más alto.

-Akira, estás bien?...

-Si... es solo que-... hah, no es nada, olvídalo... creo que nos deberíamos despedir aquí... nos vemos mañana...

-Huh... si...

Y así, aquel chico de mediana estatura, se alejo por las sombras. Comenzó a acelerar su paso, casi al punto de llegar a correr por la oscuridad, solo para frenar en seco en plena calle. Sus ojos se clavaron en el frente, y juntando todo el valor que pudo, acerco su mano, hasta estrujar fuertemente el lugar en donde se encontraba su corazón. Sus ojos se abrieron como platos, y sus latidos aumentaron.