18-Padres

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Cerró la puerta tras de sí y se apoyó en ella. Le dolían los brazos y se subió la tela para comprobar cómo los tenía. Esta vez las marcas rojas estaban por toda la extremidad. Suspiró, al menos tenía la consideración de hacerlo en zonas que podía cubrirse con facilidad.

—¿Kohana?

Levantó la vista, alertada por la voz, a la vez que se cubría de nuevo los brazos. La cara de preocupación le dejó claro que lo había visto.

—¿Qué te ha pasado?

—No es nada, no te preocupes— contestó mientras comenzaba a caminar por el pasillo.

Chiharu le agarró el brazo para pararla cuando pasó por su lado, aunque enseguida la soltó al darse cuenta. Kohana paró y se giró, sorprendida del repentino agarre.

—Si no quieres contestarme al menos déjame ayudarte. Tenemos una buena pomada para eso. Ven.

Esta vez la cogió de la mano y la arrastró escaleras abajo. Kohana se dejó llevar. Sabía que más tarde se arrepentiría, pero en ese momento no tenía fuerzas para actuar.



—Bienvenida, princesa.

Kinari saludó al sirviente con una mano mientras se encaminaba a su habitación.

—El rey pide que vaya a su despacho.

—¡¿Qué?!— respondió mientras se giraba.

El que su padre quisiera verla en su despacho no era algo bueno, sobre todo si el mensaje lo hacía a través de los sirvientes. Quiso huir, pero todavía estaba castigada y necesitaba mostrar algo de buen comportamiento. Así que agradeció el mensaje y caminó hacia su padre mientras repasaba mentalmente la lista de cosas malas que podría haber hecho en la última semana.



Chiharu vio la mueca que Kohana hizo con el contacto de la pomada, pero no se apartó. Tenía los brazos más rojos de lo que ella había visto y con algunos moratones.

—Lo siento, mi madre dice que si te escuece es porque te cura.

—No es para tanto— evitaba mirarla a la cara por vergüenza, era la primera vez que alguien que no fuera ellos veían sus heridas.

—¿Puedo preguntar cómo te lo has hecho?

—No.

Chiharu rio.

—Al menos eres sincera. Pues si puedes intenta no volver a hacerte daño, pero si no es así puedes pedirme ayuda, en el hotel tenemos vendas y medicinas para los huéspedes.

—Gracias...— susurró.

—No tienes por qué darlas, para mí eres más que una simple huésped. Me alegro de que haya una chica de más o menos mi edad aquí. Es una pena que no os llevéis bien Kinari y tú, supongo que es porque ambas sois muy parecidas.

—¿Parecidas?

—Las dos os mostráis fuertes y fingís indiferencia frente al mundo cuando no es eso lo que sentís.

Kohana la miró. Chiharu simplemente sonrió.

—Eso no es verdad y no quiero tener nada en común con Domoto.

Chiharu suspiró, ya se había puesto a la defensiva otra vez, al menos había podido acercarse un poco. Había notado algo raro con ella desde el primer día y quería descubrir de qué se trataba y ayudarla si podía. También sentía que ella y Kinari podrían entenderse mejor si tan solo evitaran pelear y trataran de comprender a la otra.

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⏰ Last updated: Oct 05, 2021 ⏰

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Desde las profundidades (MMPPP)Where stories live. Discover now