Oneshots Sesshoaome

Mi mayordomo

Hola antes de que lean esta pequeña historia quiero informarles que tiene contenido +18, es la segunda vez que escribo algo como esto en Las apariencia engañan no escribí algo muy fuerte, más acá quise profundizar un poco más... En fin, espero que les guste.
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Kagome llevaba dos meses de casada con inuyasha en esos meses se había dado cuenta que durante el tiempo que fueron novios (3 años) la relación no había sido tan dulce como ella había creído, siempre había recibido, flores, dulces, tarjetas... pero ahora apenas y veía a su marido, caminaba por la enorme misión al menos agradecía tener a los empleados en especial a sesshomaru el cual se notaba que no estaba muy contento de trabajar para su marido...

Había decidido ir a la empresa de inuyasha y sorprenderlo, desde que lo conocía este siempre había trabajado horas extras, se levantó de su asiento.

-sesshomaru, prepara el auto iremos a darle una sorpresa a mi marido- a paso rápido se dirigió a cambiar su atuendo. Y como de costumbre desde que se mudó a la casa no noto la mirada del hombre que la acompañaba siempre.

Al salir de la casa sesshomaru ya se encontraba esperándola para partir, sin que esta se diera cuenta de que sesshomaru se la comía con la mirada, se subió al auto y se pusieron en marcha. Durante el camino kagome se encontraba distraída en sus pensamientos, mientras sesshomaru la observaba cada cierto tiempo por el retrovisor, kagome cruzo sus piernas mientras colocaba un poco el escote de su vestido.

-sesshomaru, dime ¿Cómo me veo? ¿Crees que le gustara a inuyasha?- Sesshomaru dirigió su mirada nuevamente al espejo y cruzo miradas con kagome, rápidamente la volvió a regresar al camino.

-Se ve bien, señorita- kagome sonrió complacida por la respuesta olvidándose si su atuendo seria aceptado por su marido. 

Al llegar a la empresa kagome le pidió a sesshomaru que la esperara en el auto, a paso firme se introdujo al edificio sin pasar a recepción, la chica solo la observo pasar y sonrió ya todos la conocían así que no necesitaba avisar a nadie que la esposa del jefe había llegado. Kagome iba algo nerviosa en el elevador, la oficina de inuyasha se encontraba en el noveno nivel, al llegar salió y empezó a caminar, durante el recorrido iba saludando a varios empleados y secretarias los cuales mientras ella iba caminando empezaron a murmurar unos con otros, mas kagome no le puso importancia, llego al corredor a lo lejos diviso que el lugar de la secretaria de inuyasha no se encontraba, levanto su brazo para ver qué horas eran, aún faltaban treinta minutos para la hora de almuerzo...Bueno seguro kikyo tenía algo que hacer, eso le daba más privacidad con su marido ya que las veces anteriores que había ido no pudo ni siquiera besar a inuyasha por que kikyo se la pasaba interrumpiendo con cosas de la empresa.

Al llegar a la puerta y paso sus manos sobre la falda de su vestido y repaso su cabello después de asegurarse que todo estaba en orden se acercó un más dispuesta a tocar, sin embargo su puño quedo a unos centímetros, kagome bajo el brazo y se dio media vuelta, con su mirada en el suelo, sus hombros se empezaron a sacudir, varios empleados a lo lejos sintieron pena por ella, era una hermosa chica que se había casado con un idiota.

Apresuradamente kagome salió corriendo del lugar a nadie le dio tiempo de ver la expresión del rostro de la chica, sin tan solo alguien hubiera podido verla, la pena y lastima por ella se hubiera desvanecido por completo. Cuando kagome llego al auto a sesshomaru no le dio tiempo de bajarse a abrirle la puerta, ya que la chica entro como un rayo.

-está todo bien ¿señorita?- sesshomaru tenía la preocupación marcada en el rostro, se giró para observar a kagome sin tener un espejo de por medio. Su preocupación se esfumo al ver la sonrisa de la chica.