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Estuvieron durante bastante tiempo bebiendo y hablando de cosas triviales y en un momento dado Isaac se acercó más a ella hasta que sus respiraciones se entremezclaban.

-¿Qué haces? -Preguntó Maya sintiéndose algo incómoda por la mirada penetrante del moreno.
-Tú me gustas, lo sabes ¿no?
-Bueno, me lo dejas bastante claro cuando...
Fue interrumpida por los labios del moreno que tuvo que recobrar la compostura para no llevarse a Maya al baño de ese local. -...me besas. -Terminó.

Sus ojos dejaron los de Isaac y volvieron a su botellín de cerveza como si nada hubiese pasado. No quería tener que enfrentarse al hecho de que las confesiones en alto que le había hecho Isaac no le habían hecho el efecto que esperaba.
Lo quería, eso lo tenía muy claro, pero se sentía algo extraña.

-¿Estás bien, Maya? -Los ojos preocupados de Isaac la observaban.
-Perfectamente. -Sonrió falsamente tratando de hacer desaparecer los pensamientos de su cabeza.

-¿Hoy también me voy a quedar a dormir en tu casa?
Pensó durante unos breves segundos si realmente lo mejor era volver a pasar la noche juntos.
-No sé, Isaac...
-No hace falta que hagamos nada. -Aclaró rápidamente.
-Está bien.

Maya se terminó la quinta cerveza de la noche de un trago.
-¿Nos vamos?
Ella solo asintió e Isaac la cogió de la mano para empezar a caminar hacia la salida despidiéndose de todos a su paso.

-Ha sido genial. -Admitió la rubia cerrando los ojos al sentir el frío golpearla.
-¿Tienes frío? -Preguntó retirándose su chaqueta de cuero enorme y echándosela por encima a Maya, que ni le dio tiempo a contestar.

Últimamente el chico estaba más atento con ella y Maya estaba algo asustada porque no quería que se enamorase de ella. Era una persona problemática y con exceso de rudeza. Podría salir herido sin querer.

-Gracias. -Musitó finalmente abrochándose la chaqueta y metiendo los brazos por las mangas. Le quedaba tan grande que le llegaba por debajo de las rodillas y eso provocaba que detuviese más el frío que sentía.

Encendió el móvil y observó las notificaciones.
Había tres llamadas pérdidas de Riley, una de Farkle y otra de Lucas y un montón de mensajes en el grupo que compartían los cuatro y en el individual con Riley.

Solo abrió el indivual de su mejor amiga, después ya leería lo demás.

Maya, estoy muy enfadada contigo. Te pedí uno, un día y ni siquiera te has molestado en cumplirlo al completo. 20:00

Espero que sepas lo que haces con ese chico, no quiero que te metas en problemas. 20:03

¿En moto? ¿En serio? ¡Y sin casco! Eres una irresponsable. 20:05

¿Vienes después a dormir a mi casa? 21:30

¿Sabes qué? ¡Qué te lo pases bien con tu novio! 22:50

Me voy a dormir, mañana no vengas a buscarme porque me lleva Lucas a clase. 23:10

Maya suspiró y guardó el móvil sintiéndose algo culpable.

Riley estaba siempre al pendiente de ella y la rubia no lo tomaba en cuenta e incluso la llegó a llamar exagerada en alguna ocasión.

Isaac arrancó la moto y Maya esa vez no logró disfrutar del viaje hasta su casa.

Ambos no tardaron mucho en meterse en la cama pero Maya antes de quedarse completamente dormida cogió su teléfono y tras mirar los innumerables mensajes del grupo, volvió al indivual con Riley.

Buenas noches, Riles. 2:05

Siento no haber respondido antes. 2:05

Dejó el móvil en la mesilla y se giró para quedarse dormida. Cuando estaba a punto de hacerlo, sintió las manos de Isaac sujetarla por la cintura y pegarla a él completamente. Y eso hizo que los abriese y le costase pegar ojo.

A la mañana siguiente Maya se despertó por el atronador sonido de su despertador de siempre y esta vez consiguió zafarse del moreno para apagarlo.

-Isaac. -Le movió y él soltó un gruñido. -Me voy a la ducha, más te vale estar despierto y vestido cuando vuelva para irnos.
Sus últimas palabras provocaron que Isaac abriese los ojos.

-¿Irnos? -Se preguntó extrañado y se vistió con ropa que dejaba muchas veces en casa de Maya por si surgían hechos como ese.

Sabía que la rubia se pasaba mucho tiempo en su casa sola y eso no le gustaba.

-¿Listo? -Maya salió del baño vestida con un pantalón corto negro, unas medias de rejilla también negras, una camiseta algo ancha de una banda famosa y unos botines altos negros con cordones.
-Sí.

La rubia cogió su teléfono y se colgó la mochila sobre un hombro.
Encendió el aparato y vio que volvía a tener un mensaje de Riley.

Está bien. 7:20

Pero Maya sabía que no estaba bien y que posiblemente su mejor amiga estuviese dolida con ella.
Además no había usado el mote cariñoso.

Llegaron más puntuales de lo habitual y Maya tras despedirse de Isaac con un beso corrió al interior del edificio en busca de Riley y sus amigos para disculparse. No era algo que ella soliese hacer pero ellos lo valían.

-¡Lucas! -Exclamó Maya feliz de toparse con uno de sus amigos.
-Hola. -Respondió él sin aquella sonrisa que le dedicaba todos los días.
-Lucas, yo...
-Si vas a disculparte no te molestes, no es a mí a quien se lo debes.
Lo miró confusa.
-Nos vemos en clase. -Musitó y se fue dejándola sola de nuevo

Buscó a Riley con la mirada pero no logró encontrarla antes de que la campana indicando el inicio de clases sonase y no le quedó más remedio que abandonar su búsqueda e ingresar en clase del señor Matthews.

El hombre la sonrió al verla pasar y ella le hizo una mueca mientras tomaba asiento y trataba de no mirar a Riley.

La clase se le hizo tan eterna que estaba a punto de dormirse cuando terminó y Cory dio un golpe en su mesa para que se diese cuenta.

¿Hope is for suckers?Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt