1. Lindo

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-Sí, además él es muy lindo

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-Sí, además él es muy lindo. -Finos labios pronuncian convencidos esta afirmación, haciendo sorprender a todo ser a su alrededor. -

-¿Qué? -Soltó de una forma casi inmediata una joven chica de hermosos ojos marrones. -

Toda (o casi toda) la clase 1-A de la UA, se encontraba en la zona común, sentados y acomodados de diversas formas mientras compartían un pequeño y agradable momento juntos. Claro, esto debería ser así si no fuera porque el pelo cenizas (como lo llaman su gente cercana) era el centro de su habla.

-Bakugo será masculino y listo, ¿pero lindo? -Uraraka continuó hablando con una expresión incrédula. -Eso nunca se lo vi... -

-Royo, claramente no lo muestra todo el rato... ¡Pero hay veces que lo ves y es adorable! -Medio gritó en respuesta el que afirmaba que el pelo cenizo era lindo. -Kirishima, creo que Uraraka tiene razón. Bakugo no es muy adorable. -Comentó la pequeña chica rana con su característica voz. -

La conversación se tornó de esta forma debido que, aprovechando la falta del rubio explosivo por el lugar, la curiosidad por saber más de este individuo solo aumentó entre sus conocidos menos cercanos.

La conversación se tornó de esta forma debido que, aprovechando la falta del rubio explosivo por el lugar, la curiosidad por saber más de este individuo solo aumentó entre sus conocidos menos cercanos

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Pasos resonaban por el pasillo y un sonido de llaves apareció en un corto momento para luego dejar paso al leve ruido de la puerta rechinar al abrirse. El pelirrojo estaba cansado y hasta algo malhumorado debido a que solo unos pocos podían ver esa faceta de Bakugo, de su Bakugo.

-Ya tardabas, pelo mierda. -Una suave y relajada voz se escuchó en el fondo de la habitación. -Perdón, perdón..., los chicos me entretuvieron más de la cuenta. -Formuló con delicadeza y ahora con algo de felicidad para a continuación quitarse los zapatos y adentrarse en el lugar. -

Una pequeña figura se podía visualizar encima de la suave cama rojiza, siendo arropada por unas cálidas mantas. Bakugo estaba leyendo una pequeña novela, y cuando vio a su amor adentrarse y sentarse junto a él, dejó el libro de lado.

-¿Qué pasó con esos idiotas? -Comentó sonriente el rubio mientras hacía sitio en la cama para que la otra figura se arropara con él, y así pasó. -Nada, simplemente no ven que tan especial eres. -Bufó suavemente el pelirrojo mientras miraba con delicadeza los ojos de su amante. -

-¿¡Eh!? ¡¿Qué les has dicho?! -Un fuerte tono rojo se posó rápidamente en la pálida piel del cenizo mientras este, sorprendido, subió el volumen de su habla.

Kirishima soló se rió ante su reacción y  simplemente se acomodó mejor en la cama para así poder arropar al rubio entre sus brazos.

-No me ignores, idiota. -Habló Bakugo de forma seca desviando su mirada de la de Kirishima. -

Kirishima se le quedó viendo, contemplando y admirando la delicada y oculta belleza de su pareja. Esa misma belleza que solo se daba a ver si esperabas pacientemente a que la flor florezca y así poner admirar sus finos y rojizos pétalos extenderse y arroparse cuidadosamente entre ellos.

El ser de Bakugo estaba con ese ceño fruncido que tanto lo caracterizaba, pero ese que a su vez parecía más bien un puchero de niño pequeño. Sus ojos rojizos estaban entrecerrados y eran arropados por unas largas y delicadas pestañas. Su pálida tez era cubierta con un suave manto rojo, y sus labios eran de este mismo tono. Todo en el transmitía a calma, aunque su expresión facial buscase el efecto contrario. Ese era el gran y oculto talento de Bakugo, que con su suave presencia calmada podía encender en tu corazón un vivaz fuego que te traería una sensación de tranquilidad enorme.

Bakugo a la simple vista no era bonito.

Bakugo a la simple vista atraía energías negativas.

Pero Bakugo, en su cara más oculta, era tan hermoso que no se podía describir. Tan delicado que no tiene sentido el que exista. Tan el que no parecía Bakugo Katsuki.

Bakugo era tierno, y esto era algo que solo unos pocos bendecidos podían gozar.

One Shots - Bakugo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora