OUR DESTINY "LOS RECUERDOS NO SON TU DESTINO"

Change It All

(Parte 2)

Las riquezas que había en Bright Fire eran deseadas por los humanos pues contaba con piedras preciosas, al igual que los metales puros. En una pequeña casa estaba una familia, disfrutaban de su merienda mientras hablaban de trivialidades, Takahiro se levantó de su asiento para ir a mirar a través de la ventana aquel volcán que les hacía compañía, tantos eran sus pensamientos que no se había dado cuenta cuando unos hombres caminaban hacía una de las minas que estaban cerca del volcán.

-Manami ahora vengo, hay unos hombres haya afuera, veré que necesitan- Takahiro beso los labios de su pareja y la cabeza de su hijo para luego salir de su casa -¿En qué puedo ayudarlos?- hablo con firmeza.

-Señor buenas tardes- uno de los hombres camino hacía el rey de fuego para darle la mano –venimos a tomar unos cuantos metales de esta zona, dicen que son de lo más puros que hay el mundo- explico mientras le palmeaba el hombro.

-Con permiso de quien se van a llevar los metales- Takahiro le soltó un manotazo al varón.

-Nosotros no necesitamos permiso, podemos tomar lo que sea de la naturaleza- Miwo respondió con enojo.

-Es una lástima pero tendrán que irse con las manos vacías, yo protejo este lugar- el azabache se puso delante a Miwo para impedirle el paso.

-No nos iremos de aquí sin esos metales- Miwo azoto el pie en el pasto.

-Entonces se abstendrán a las consecuencias- Takahiro retrocedió mientras soltaba un largo suspiro –se acabó el tiempo- sus ojos negros tomaron un color anaranjado, en ellos se reflejaban unas llamas.

-Pero qué demonios- Miwo miro con sorpresa al azabache, una intensa llama emergió de la tierra envolviendo el cuerpo de Takahiro en ella -¿Qué mierdas eres?-.

-Yo soy el rey de fuego- al decir esto le lanzo una bola de fuego al hombre; Miwo logró esquivarla.

-Atáquenlo- ordeno con angustia el hombre, los demás sacaron las armas y comenzaron a disparar sin piedad; al escuchar tanto ruido afuera Manami decidió salir de la casa para ir a ayudar a su esposo pero antes resguardo a Mahiro en un lugar seguro.

-¡Déjenlo!- Manami hizo un camino de fuego con sus manos para evitar que los invasores siguieran disparando, empezó a correr hacia Miwo y le dio una patada en el rostro haciéndolo caer al césped -Bright Fire es de nosotros, los humanos no tienen por qué estar aquí- la castaña le prendió fuego a uno de los ayudantes de Miwo.

-Será el fin de su raza- Takahiro comenzó a formar varios remolinos de fuego alrededor de los varones, les prohibiría el paso para que no huyeran de la ira de Fuego; a sus espaladas estaba el volcán quien empezaba a expulsar lava, esto sucedía cada vez que los reyes de aquel elemento estuvieran enojados.

-¡Auxilio!- grito Miwo -¡Ayuda!- cubrió su boca ya que la tos lo estaba invadiendo.

-Nadie te ayudara- dijo secante Takahiro –fue un gusto conocerlos... malditos- dicho esto apareció una llama en su mano la cual controlaba el fuego que estaba alrededor de los hombres, sus gritos se intensificaron cuando sus cuerpos iniciaron a quemarse.

-No te arrepientes de hacer esto- Manami puso su mano el pecho de su esposo.

-No, eso es lo menos que se merecen los humanos- Takahiro miro con desprecio los cuerpos que ya estaban casi calcinados, después de que asesinaron a sus padres se volvió un hombre frió, no se dejaba regir por las emociones mucho menos por los sentimientos, él y su hermano habían adaptado ese carácter al no tener amor maternal y paternal, prácticamente desde que se separó de Misaki ambos forjaron su carácter y se criaron –Hay que avisarles lo que está pasando, puede que ellos sean los siguientes- el azabache observo el desastre que habían hecho, buscaría cualquier medio para poder comunicarse con los demás, temía que los ataques de los humanos sobrepasaran los límites con su hermano, se daría prisa en avisarle porque si no sería demasiado tarde.