V - "In lumine illustrans solum paucis"

332 23 15
                                    

Bruh llego ultratarde pero anyways, la intención es lo que importa UwU

"You took everything I gave you
But you always wanted more
(Be careful what you wish for)

Tell me how we got here
I see you, but you're not there
Tried to save ya, warn ya, keep you alive
Tried to stop ya, but you paid the price
Tell me it's a nightmare (Tell me it's a nightmare)
And you ain't going nowhere (And you ain't going nowhere)
Tried to save ya, warn ya, keep you alive
Tried to stop ya, but you paid the price, yeah"

—Kim Petras

«La luz sólo ilumina a unos pocos»

Habían pasado tres días desde el incidente. Al final, Jojo había ganado la pelea, pero a cambio lo había perdido todo, su hogar se había reducido totalmente a sólo escombros. Lo tenía todo, pero no tenía nada.

Speedwagon se encontraba parado frente a las gigantes puertas de hierro del hospital. Él se había herido un brazo cuando la pelea con Dio, pero ya le habían tratado y se estaba mejorando. Por el contrario, Jonathan aún seguía ingresado, debido a su gran número de heridas y quemaduras. El hecho de saber que Jonathan ahora se encontraba totalmente sólo provocaba que Speedwagon sintiese gran pena por él. Era por eso que debía de quedarse a su lado, para motivarle a seguir viviendo, pese a las dificultades.

Mientras que caminaba por los pasillos del hospital, en busca de la habitación de Jonathan, Speedwagon pensaba en qué le podía hacer falta a Jonathan en esos momentos. Entonces, ¡dio con el clavo! ¡Corazón, fuerza!

Pero, entonces, dejó de pensar en eso cuando vio que un poco de luz asomaba por el hueco de la puerta de la habitación de Jonathan. Qué raro, ya era de madrugada, ¿quién podría estar ahí a esas horas? Llevado por la curiosidad, Speedwagon se asomó al hueco de la puerta entreabierta de la habitación, y vio cómo una muchacha se encontraba tratando las heridas de Jonathan sin detenerse. Era rubia, de ojos azules y de piel blanca, pero lo que más le llamó la atención a Speedwagon fueron las heridas en sus manos. Entonces, ¡¿había estado hasta las tantas tratando las heridas de Jonathan enfriándolas con agua?!

De repente, Jonathan, tumbado en su cama, pareció estremecerse. Abrió lentamente los ojos, y vio el bello rostro de la chica. Esta sonrió, con dulzura.

—Gracias a Dios... —dijo, en voz baja.

Speedwagon esbozó una sonrisa. Jonathan había despertado, no le cabía la alegría. Eso sí, el rubio se mantuvo callado, no quería estropear el momento.

—De momento estás en recuperación —decía la chica, con una dulce voz—. Pero no te preocupes, pronto te darán el alta.

—¿Me has estado curando... todo este tiempo? —preguntó Jonathan.

Entonces, Jonathan se fijó más de cerca en el rostro de la chica. Y, entonces, se llevó una sorpresa.

—¡Un momento! ¡Yo te conozco! Tú eres... O, espera. No puede ser. Sólo te pareces a ella, debo de estar imaginando cosas...

—¿Sí? ¿Entonces a quién me parezco? ¿A Erina Pendleton, quizá? —dijo la chica, y entonces sonrió.

Jonathan se sentó en la cama, incrédulo, y sonrió.

—Ha pasado mucho tiempo, Jonathan Joestar... Jojo.

—Madre, Erina, ¡cuánto has cambiado!

—¿Sí? Pues que sepas que podría decir lo mismo de ti —en los ojos azules de Erina comenzaron a aparecer lágrimas—. La verdad es que ha pasado mucho tiempo...

𝐈𝐍 𝐂𝐀𝐄𝐋𝐎 𝐄𝐓𝐈𝐀𝐌 𝐃𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍𝐈𝐀 (𝐕𝐨𝐥. 𝐈)Where stories live. Discover now