Capítulo X | Conozco tus miedos

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Les advierto que éste capítulo será un poco más largo que los anteriores c:

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La Reina estaba por dar a luz un hijo. Todo el reino esperaba pacientemente por un heredero al trono.

Lamentablemente, a horas del mediodía se dio a conocer la desgarradora noticia. Después de una larga mañana, el futuro heredero había nacido sin vida y la reina había caído desmayada.

Sin embargo, ella no supo esto. Despertó de su estado de inconsciencia y preguntó por su hijo. Más tarde, descubrió los hechos y había perdido gran motivación en su día a día.

Sin embargo, no mucho después, llegó a ella una dama de compañía diciendo:

—Hay una pequeña que ha sido olvidada en el muelle. Mi madre ha estado cuidando de ella, pero ya tiene mucho de qué encargarse y no puede seguir ayudándola.

—¿Pretendes acaso que una niña pueda reemplazar a un hijo perdido? —inquirió la Reina, ofendida y dolida.

N-no... —bajó la cabeza su contraria—. Pero pensé que podría darle la oportunidad a otra pequeña criatura.

—No quiero un niño que no sea realmente mío —respondió con seriedad levantándose al instante.

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Con un cálido sol de mediodía sobre su cabeza, Mangle se levantó y salió a cubierta estirándose. Si antes solía madrugar, ahora apenas y podía levantarse antes de las 10 a. m., su sueño no solía ser muy tranquilo.

‹‹¿En dónde están todos?››

Los alrededores de aquel barco se encontraban casi totalmente desiertos, salvo por el oso rubio que encontró cerca de popa. Honestamente, no sentía ganas de hablar con él en ese momento. Se puso pensativa, dándole vueltas al asunto hasta que no muy lejos de dónde estaba escuchó algunas risas. Sus blancas orejas se levantaron al percibir el sonido y levantó la mirada.

Siguiendo el sonido de las risas caminó sobre la cubierta con el viento haciendo bailar su cabello. Llegó hasta una puerta que no había encontrado antes y apegó su mejilla a la madera mientras agudizaba su oreja para escuchar con una pequeña sonrisa.

‹‹¿Qué estarán haciendo allí solos, eh?››.

Bueno, tal vez ir a ver no sería lo adecuado.

‹‹¡Estás de broma, Madeleine! Esto no fue lo que te enseñaron››.

Le dio la espalda a la puerta y se cruzó de brazos. Se mordió internamente la mejilla y sus ojos naranjas se movían rítmicamente mirando la madera de aquel suelo. Las risas se intensificaron.

‹‹Deben de estarla pasando bien allí dentro...››.

A medida que estaba más indecisa más bajaba la posición de sus orejas. Finalmente resopló y rápidamente abrió la puerta, entró y la cerró de la misma manera sellandola con su espalda.

Dentro no parecía haber nada, salvo por una escaleras que daban a una parte inferior del barco. Empezó a bajarlas con cuidado mientras los sonidos iban haciéndose más audibles. Se dio cuenta que las risas iban acompañadas por el sonido de algunos cristales.

—Bien, muchachos —encontró a Foxy precisamente poniéndose de pie—. Dediquemos este momento a los nuevos que nos acompañan a bordo.

Mangle se acercó y vio que en el lugar habían varias hamacas colgadas en toda la extensión del lugar.

Nuestros Recuerdos En La Espuma || Foxangle (𝙏𝙚𝙧𝙢𝙞𝙣𝙖𝙙𝙖 ✔)Where stories live. Discover now