T R E S.

1.8K 209 108
                                    

Miré extrañado al tipo que tenía en frente. Una sonrisa se formaba en sus labios y eso me ponía nervioso.
Tenía el cabello negro, ojos medio grandes y labios delicadamente gruesos, le llegaban a dar un pequeño toque erótico a mi parecer.

¡En el buen sentido!

Al principio pensaba que era un enfermero o algo por el estilo, pero al fijarme bien en el chico, me di cuenta de que no tenía la vestimenta de uno, además estaba tratando de cerrar silenciosamente la puerta de aquella habitación y al parecer no le resultó.
Eso sólo significaba una cosa.

Se había escapado, o eso es lo que intenta hacer en este mismo instante.

—Oh, hola amiguito — habló éste con una expresión alegre. —, ¿cómo va tu día?

Es extraño, no percibo algún rastro de peligro ni nada por el estilo, es más, el chico se ve amigable.

Es extraño.

—¿Quién es usted? —hablé ignorando la pregunta amable del chico.

—Oh, perdón por mis malos modales, soy Oes Binchang, ¿y usted? —preguntó con un extraño brillo en sus ojos.

¿Oes? ¿Qué clase de apellido es ese? ¿Es extranjero?

—Han Jisung — respondí aún aturdido. —, ¿qué haces aquí afuera? Los pacientes no tienen permitido salir de sus habitaciones.

—Ah... Sí, lo sé, es que ocurrió una emergencia y necesitaba ayuda. — hablaba con un tono angustiante en su voz. Me puse en alerta.

—Regresa a la habitación Binchang, no está permitido salir —hablé tratando de sonar frío y firme.

No es por ser malo, pero estoy muy seguro de que Binchang trataba de escaparse.

—Por favor —comenzó a acercarse —, es una emergencia, si quieres puedes venir a ver el problema. — comentó entrelazando sus manos en un gesto de súplica.

Vaya, es bueno manipulando.
Suspiré rendido.

—¿Cuál es el problema?


Una pequeña pero tétrica sonrisa se asomó por sus labios, una que si la mirabas no podrias dormir de lo perturbadora y a la vez sensual que era.

Bien, lo de sensual creo que estuvo de más.

—Acompáñame —murmuró mientras abría la puerta de su respectiva habitación.

Iba a leer aquella ficha técnica del chico, así sabría que trastorno padece, pero él se colocó sobre la puerta para impedir que hiciera la acción.

No lo hizo a propósito, ¿cierto?
Quiero creer que no.

Iluso.

Entré al cuarto junto con Binchang para ver cuál era el supuesto problema.

Joder, ¡Pero qué habitación más impecable y organizada! De seguro este hombre debe tener el Síndrome de T.O.C, estoy seguro.

—Y bien, ¿en dónde está el problema? —pregunté frunciendo el ceño, miraba la cama toda estirada y me pareció tan cómoda que me daban ganas de tirarme ahí mismo.
No me di cuenta cuando estaba bostezando inconscientemente, tapé mi boca rápidamente mientras sentía un rubor en mis mejillas al ser tan irrespetuoso.

Disorders [SKZ ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora