Voxval 2/Completa/largo/ (traducida)

CAPITULO 6

Capítulo 6

Cigarrillos y chocolate caliente. Así es como sabía Val hoy, y no podía tener suficiente. Tan mal como sabía que estaba, no podía evitarlo cuando Val estaba así; el vestido, el maquillaje, la peluca, todo. La única cosa acerca de este nuevo aspecto él no ' t gusta, es que el hombre se había librado de la gola, por lo que no podía enterrar los dedos en esa nube de piel suave. Sus lenguas se envolvieron, se frotaron y se lamieron con avidez mientras sus manos exploraban. Descubrió que amaba y odiaba este vestido. Era perfecto para Val y podía sentir cada pequeña cosa a través de él, pero por muy bonito que fuera, no sabía cómo quitárselo. Oh, y quería que se lo quitara. Había sido prácticamente célebre durante semanas, no solo porque Elaine fuera una mojigata, sino porque estaba teniendo ... problemas. Para ella, al menos, porque ahora mismo, agarrando las caderas de Val y chupando su lengua, estaba duro como el infierno. Pasando sus manos a lo largo del cuerpo de Val, estaba buscando una cremallera o un corsé de algún tipo. Fue entonces cuando Val puso sus manos sobre su pecho y lo empujó. Vox se tambaleó hacia atrás y miró al hombre en estado de shock.

El lápiz labial de Val estaba hecho un desastre ahora, y estaba jadeando, sus mechones de color rojo oscuro eran salvajes. Cuando el hombre contuvo el aliento, cerró los ojos y suspiró. "Solo por esta vez, y solo porque puedo decir que duele. No habrá una próxima vez, Vox. No más caricias, no más besos ". Val tomó su mano y lo guió contra una pared. Vio a la polilla arrodillarse frente a él y hacer un trabajo rápido con su cinturón y pantalones. De todos modos, ya jodiste mi lápiz labial. En el momento en que cayó en las manos de Val, sintió una oleada de placer ante nada más que el calor del cuerpo del hombre. Que Satanás lo ayude, la habilidad que tenían los dedos de Val al deslizarse sobre el eje tenía una niebla llenando su mente. Esos dedos conocían cada centímetro de él, sabían cada punto sensible para tocar, burlarse, enviarlo al límite. El ligero beso que su amante presionaba en la corona lo hizo temblar, pero fue solo el comienzo. Val deslizó la cabeza de su polla por sus labios y el calor lo envolvió para enviar lava por sus venas. Su amante lo acogió fácilmente, presionando la corona en la parte posterior de su garganta antes de deslizar el eje hacia atrás, creando una succión alrededor de él que tenía sus piernas débiles. Miró a la polilla y comenzó a grabar para recordar el recuerdo más tarde. Valentino se lo chupa en un baño público con algunos miembros de la élite del infierno al final del pasillo. Hubo un apuro en el acto y el estar solo.

"Joder, Val." Estaba jadeando y acercándose. Unas cuantas caricias más lo hicieron hundir los dedos en la peluca y balancear las caderas al ritmo de Val. Sintió que el hombre apoyaba las manos en los muslos de Vox y sostenía la cabeza de Val inmóvil mientras empujaba tan profundo como podía. Cada chorro de semen llegó con una chispa y Val gimió de placer. Al mirar al hombre, vio la mirada casi drogada en sus ojos. Vox soltó su agarre y sintió a Val tragar a su alrededor, enviar escalofríos por todo su cuerpo. Acariciando a la polilla, luchó por ponerse de pie, recuperar el aliento, evitar que la habitación girara. "Joder, eres tan bueno en eso". Val se apartó lentamente, envolvió su lengua alrededor de la polla de Vox mientras iba a sacar hasta la última gota. Otro trago y la polilla se puso de pie y se volvió hacia el espejo. Sin dudarlo, el hombre se arregló el lápiz labial, el cabello, el vestido, y volvió a verse perfecto. Mientras tanto, Vox se orientó y se guardó, arreglando su ropa. "Val, por favor no nos hagas esto raro". Las palabras salieron antes de que él pensara en ellas y se encogió. "Más extraño de lo que ya lo hice".

La polilla se volvió y lo miró, enderezándose en toda su estatura. "No tienes que preocuparte por eso, Vox. Esto nunca volverá a suceder. Esta es tu última advertencia, no soy una puta barata a la que puedas recurrir cuando necesites una solución porque tu chica de repente se vuelve puritana ". Su corazón se hundió ante el tono frío y el rechazo total utilizado por la polilla. "Ya no soy una chica trabajadora, cariño, y renunciaste a tu toque correcto". Val hizo un gesto hacia él antes de inclinarse hacia el rostro de Vox. "Así que la próxima vez que me toques sin preguntar, te castraré, idiota egoísta". La conmoción lo tuvo allí parado, estupefacto, cuando Val giró sobre sus talones y salió del baño como si nada hubiera pasado. Tomando un minuto para respirar, dejó caer la cabeza hacia atrás contra la pared antes de deslizarse hasta el suelo. No podía decir si todo era un acto, o si su polilla realmente acababa de cambiar, porque si era lo último, solo podía significar una cosa. Él había sido el problema. La opresión en su pecho hacía imposible respirar y antes de que se diera cuenta, estaba sosteniendo su cabeza entre sus manos y luchando por no llorar.