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4 horas antes de media noche.

El día anterior había sido una de las más agradables cenas navideñas que había tenido jamás.

Hyunjin no se arrepentía de haber ido en contra de su voluntad, la familia de Hyejoo resultó ser de lo más linda con ella, haciéndo la sentir cómoda y amada. Y qué decir de la exquisita forma de cocinar de la progenitora de Hyejoo, una delicia, Hyunjin prometió volver para comer más.

Pero este día, deseaba solo estar acostada viendo su lista de "ver para llorar" de películas, que había reservado hace una semana. Por si las cosas no resultaban como ella quería, que aunque iban de maravilla, deseaba ver aun así.

Con un clima de lo más infernal fuera del apartamento, y la sala para ella sola, Hyunjin procedió a acomodar todo lo que necesitaría para esa tarde holgazana. Apagando todas las luces y subiendo la calefacción, se sentó en el sofá ya lista para dar comienzo a su plan.

Hasta que...

— Hora de ver películas~

— ¿Qué haces aquí? — no tuvo tiempo de asimilar su tono, por lo que fue algo tosco, su presencia le había asustado un poco.

— Pues a que más... A ver una película dah. — confesó la pelinegra de apariencia letárgica, Hyejoo sí que sabía disfrutar un día sin hacer nada de nada. Pero ese día, deseaba dar otro paso.

Salir de su rutina.

Con ella.

—Pero odias este tipo de género. — algo confundida por la sorpresiva llegada de la menor, espero paciente a que se sentará a su lado para estirarse y tocar su frente en busca de temperatura. — ¿Te sientes bien?

— Ni que fuera la gran cosa, — bufo mientras quitaba la mano de Hyunjin de ella y daba un salto para darle play a la película. — que no puedo disfrutar de una estúpida película de romance con mi- 

¿Mí que? 

Tosió cuando se dio cuenta de lo que estaba a punto de decir, y su reacción empeoró puesto que sintió unas palmadas en su espalda y calor corporal de su Unnie. 

Muy cerca. 

— Hey, tranquila. Aun no pasa la escena que debería darte asco. — Hyunjin sonrió enternecida al ver la imagen de la menor sonrojada, mientras daba los últimos golpes en su espalda y con su otra mano libre, pasaba el mechón de cabello por su oreja. Quedando a unos pocos centímetros de Hyejoo, donde analizó rápidamente como esta la miraba con esos ojos color avellana y un brillo especial, sin olvidar la vergüenza que no podía ocultar.

Era tan obvia.

Sonrío de lado y quitó su vista de ella, sin separarse por completo de su lado, para poder estirarse y subir el volumen.

— Creeme Hyejoo-ah, todo saldrá bien. — se removió en su lugar y enganchó su brazo con el de ella para quedar hombro a hombro, y después recargarse en el respaldo, llevando a la menor de encuentro. Girando su cabeza y susurrando le al oído. — Además, algo me dice que esta historia tendrá un final feliz.

Y sin más, empezó la película.

Con una Hyejoo a punto de estallar de nervios por casi declararse y una Hyunjin risueña por las acciones de la menor. Quizás no era la más platicadora, pero Hyunjin era observadora, y sobre todo, conocía muy bien ese sentimiento y esas ganas de mostrar que también sentía lo mismo. 

Sabía que era hora. 

Pero le encantaba hacerse del rogar.

12:00 | HyunHye.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora