𝚇𝚅

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Después de aquel "Sí, ahora sí lo veo necesario", sentía como Sabela y yo habíamos dado un pequeño paso más en aquella extraña relación que teníamos en ese momento. Se había vuelto costumbre el que hablásemos todos los días y que buscáramos hasta el mínimo hueco libro que tuviésemos para quedar y poder vernos en persona, cosa que ocurrió pocas veces en las últimas semanas por culpa de los conciertos que quedaban por delante y por la ampliación de la gira.

Debido al ritmo que estábamos teniendo últimamente, la discográfica había decidido dar un pequeño parón entre aquel último concierto y el inicio de la siguiente tanda, por lo que tendría un par de semanas libres en Madrid. Salí del AVE con la maleta a cuestas y empecé a caminar en dirección a la salida para coger un taxi que me dejase en casa. Después de haber esperado un par de minutos, por fin ya estaba sentada en el coche mientras intentaba que no se me cerraran los ojos por culpa del cansancio. Justo en ese momento, una idea cruzó mi cabeza a la velocidad de la luz.

ey

ya estoy en Madrid

haces algo esta noche?

*Sab*

hola!

no sabia que llegabas hoy

en principio no

por?

es q habia pensado q a lo mejor

te apetecia venir a cenar a casa

Bloqueé el móvil por miedo a la respuesta que me pudiese dar la gallega ante la invitación que había hecho segundos atrás. A pesar de esto, no logré estar algo más de un minuto con el móvil apagado, por lo que lo volví a desbloquear y entré en la conversación que tenía con Sabela. No tenía ningún mensaje por parte de ella todavía y, justo cuando iba a salir de WhatsApp otra vez, vi como la gallega escribía y borraba el mensaje a cada pocos segundos, lo que provocó que mis nervios y miedos incrementasen por la posible respuesta de la chica de detrás de la pantalla.

*Sab*

Claro 💙

Hace falta q lleve algo?

no no

*Sab*

vaaale

t parece si quedamos a las 8?

*Sab*

bien

pues nos vemos a las 8!

Nada más leer aquel "claro" por parte de Sabela, me empecé a arrepentir de aquella idea algo suicida que había tenido minutos atrás. Primero, porque iba a tener que ir a comprar algo para preparar por la noche y segundo, porque llevaba algo más de una semana sin ver a Sabela en persona y ahora íbamos a estar a solas en mi casa mientras cenábamos. 

Estaba tan metida en los posibles quizás que podrían pasar por la noche que ni me había dado cuenta que el coche llevaba un par de segundos parado en frente de la puerta del portal. Pagué lo más rápido que pude, saqué la maleta y empecé a subir los escalones de dos en dos para llegar a mi piso lo antes posible. Nada más entrar, abrí todas las persianas con la ventanas y empecé a recoger todo lo que se podía ver tirado a simple vista. Después de haber hecho una limpieza algo superficial que ayudase a ver que todo no estaba tan hecho desastre como podía parecer, salí escopetada de casa para ir a comprar. 

A cada segundo que pasaba, más me arrepentía de la idea de haber invitado a Sabela a cenar. No tenía idea alguna de que preparar para aquella cena improvisada y seguro que si pedía comida se iba a notar que no lo había hecho yo.

Te di vida y media // JulsbelaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang