Prólogo

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En el centro de la ciudad, en una sencilla tienda de gafas, que estaba ubicada en un oscuro callejón, en el segundo piso subterráneo de esta había una discoteca donde vendían alcohol a cualquier persona, sin importar la edad.

Por esa razón estaba allí bebiendo un vaso tras otro, tomando todo de un trago sintiendo el amargo sabor del licor bajar por su garganta.

Importandole una mierda todas las miradas de los demás clientes que hablaban detrás de su espalda.

¿Así era como se comportaba un estudiante de preparatoria? Esto es lo que la mitad de los presentes se preguntaba, viendo cómo ese chico de apariencia de un joven cerca de los 20 años bebía de golpe como si lo que estubiera bebiendo fuera solo agua.

Si, sabian que era un estudiante y ¿Quien no se daría cuenta? Prácticamente aquel chico de cierta vista se veía que aún tenía puesto el uniforme de la escuela en la cual estudiaba.

Y respondiendo a la pregunta No, este no es un comportamiento común en los estudiantes de la preparatoria. Pero deben de entender que su corazón estaba roto.

Resulta que la chica que amo tanto desde la infancia lo había rechazado.

No fue cruel ni engreída al rechazarlo, pero fue amable y esas dulces palabras de "Solo te veo como un hermano" traspasaron su corazón como navajas.

«mierda, mierda»

Sus mejillas comenzaron a ponerse rosadas por el alcohol que estaba consumiendo y los murmullos de la clientela se comenzaron a escuchar más fuerte igual que las quejas.

- Joven, creo que ya es suficiente - pronto apareció el gerente del lugar que no era más que una mujer de grandes figuras, aparentaba de una edad de no más de 30 años. La mujer intento persuadir al muchacho tratando de alejarlo de la barra.

Pero el pelinegro lo ignoró y permaneció pegado a la botella de whisky.

- Déjame en paz que no ves que quiero desahogarme - como siempre al beber perdió la cordura y ahora estaba sollozando en la barra abrazando a su bebida.

La mujer suspiró cansada y lo dejó solo y se disculpó con los demás clientes que se quejaban por los sollozos del chico.

La mayoría de los clientes se burlaban, los demás lo miraban con lástima pero solo uno se le acercó y le preguntó cómo estaba.

Sin vacilar le contó al extraño todo lo que le acababa de pasar, desahogando todo lo que tenía encerrado.

Aquel sujeto de una linda sonrisa le pareció una persona muy agradable y simpática. No tardo mucho en formar una conversación con el chico.

Y luego de eso no recordaba mucho lo que había pasado esa noche, todo se había vuelto borroso desde el momento en que conoció a ese chico que había venido a preguntar por su situación.

Apenas recordaba el nombre del hombre, Park Hyung Suk.

Así que... ¡¡¿Como diablos había terminado así? !!

Lee Jin Sung un joven estudiante de segundo año del Departamento de moda de la preparatoria Jaewon de Seúl, se encontraba semidesnudo en una cama ajena con un muchacho -al parecer de su misma edad o eso creía- a su lado durmiendo placidamente,  y también estába semidesnudo.

¿Que había sucedido anoche? no lo recordaba y tampoco quería averiguarlo.

Como cualquier otro hubiera estado en su situación, se molestó pero también se avergonzó y con mucha prisa se levantó de la cama.

Se horrorizó al sentir un ligero dolor en las caderas.  «¡¿Lo hicimos?!» pensó alterado, vistiéndose rápidamente con las mejillas rojas.

Jin sung estaba seguro de que el fuerte golpe que había provocado al cerrar la puerta había despertado al individuo, pero poco le importo.

Se concentró solo en acelerar sus pasos además de desear que todo esto fuera solo un mal sueño.

«No, esto no puede estar pasando.»

𝕄𝕒𝕕𝕖 𝕗𝕠𝕣 𝕖𝕒𝕔𝕙 𝕠𝕥𝕙𝕖𝕣Where stories live. Discover now