Es bien conocido que Fushiguro era el tipo de chamán que sí o sí saldría con una herida en cada una de sus misiones, incluso aunque no tuviera alguna, él estaría visitando la sala de enfermería de su escuela casi a diario.
Esto era algo que a nadie le sorprendía ni le molestaba, llegaban al punto de acostumbrarse a verlo herido mientras no sea de gravedad. Incluyendo a su pareja, Itadori.
Pero las cosas cambiaban cuando del susodicho se trataba, Fushiguro internamente se preocupaba por revisarlo a cada rato, e incluso podría a llegar a tratarlo él mismo. Aunque no lo demostraba mediante sus facciones, las acciones demostraban la gran mayoría de emociones que este tenía hacia su pareja.
Este caso era uno de esos.
Itadori tuvo una misión en donde obtuvo una caída bastante fuerte, causándole heridas leves, pero con la capacidad de inmovilizarlo.
─ Megumi, no es para tanto. ─
─ No, voy a dormir contigo por si necesitas algo en la noche. ─
─ Eso suena como una escusa. ─
─ .....No lo es. ─
─ ¿Seguro?.─
─ Cállate y duerme. ─
Itadori río al ver ese pequeño sonrojo en la oscuridad, él siempre solía hacer bromas para ver como su pareja rompía esa monótona expresión que siempre llevaba.
Una vez que Fushiguro se metió a la cama, se aseguro de dejar un poco de espacio para así no molestar o lastimar a Itadori. En cambio, este último, quería ser abrazado y reconfortado; por lo cuál no paraba de moverse tratando de acercarse a su novio. Cosa que fue notado luego de varios intentos.
Megumi suspiro y con cuidado se acercó y colocó su brazo debajo de Itadori para así poder acariciarle la cabeza, pegando ahora sus cuerpos.
Ambos así, durmieron hasta la mañana siguiente.
Itadori no necesito nada esa noche. Solo a Megumi.
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¡ 𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐞𝐞𝐫 !
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