"Adiós"

340 47 20
                                    

Estaba oscuro, sus ojos vendados lo dejaba en la oscuridad, esa oscuridad que ya está acostumbrado. Trae la boca amordazada y apenas puede hacer unos quejidos por la incomodidad de las cuerdas que lo ata. No tiene mucho tiempo que a estado ahí, ¿Dos o tres días?, Ya ni sabe pero el olor a ese cuarto húmedo ya le da asco. Lo único que recuerda es una mujer que le tocó la mano para después robarle su habilidad o eso le explicó aquella mujer. Aquél día unas horas antes, había platicado con el castaño, le había dicho que él lo amaba pero Dazai jamás le contestó así que como resultado se enojó, pero sabía que él otro jamás le correspondería, aún no sabe porqué sigue detrás de él, aaaah sí, ya lo recuerda, porqué es un tonto enamorado y el gran Osamu Dazai amaba a otro. Y tal como decían que en el corazón no se manda, terminó destrozado y afectado por el amor no correspondido, dolía, dolía demasiada.

- Veo que ya estás despierto.

Esa voz lo estremeció y lo saco de sus recuerdos, su corazón latía fuertemente, quería vomitar de nuevo.

- Calma princesa, está vez solo serán dos, supongo que vas aguantar, si pudiste con cinco con dos no es nada -burlándose.

No, no, no; se repetía, su cuerpo seguía cansado, todavía sentía esos fluidos dentro de él por el día anterior.

- Vamos, entren.

Después de haber dicho esas palabras se escucharon dos risas.

- Jamás me cansaré de esa ramera -dijo.

- Para ser hombre, es realmente bello.

Sintió unos dedos en su rostro y luego detrás de su cabeza para después quitar esa venda que lo dejaba en esa oscuridad.

Aquél hombre que había entrado primero se fue, pero no sin antes de dedicarle una sonrisa.

- Es hora de divertirse -dijo uno de ellos.

Aquellos hombres terminaron por profanarlo y de golpearlo para después dejarlo botado como una basura.

No podía seguir así, la Mafia debió de haber estado aquí, ¿Acaso esos bastardos son mejores que la propia organización?. Se acordó que ya no le vendaron de nuevo los ojos así que podía ver de nuevo ese maldito cuarto, bajo su mirada y vió como había más de esas asquerosa semillas de esos bastardos, necesitaba un baño, le urgía.

Se escuchó la puerta abrirse y vió como un señor entró, traía una bandeja en sus manos.

- Aquí tienes, más tarde vendrán -dejando esa bandeja con poca comida en el suelo. Le inyectó algo, lo desató de las manos y tambien le quitó la mordaza. Se fue si dirigirle una mirada.

Se enfocó en esa comida y vió que era arroz blanco y un pan duro junto con un vaso agua. Se sentía mareado pero pudo comer eso, se fijó que había una pastilla a un lado del vaso con agua y cuando quitó el vaso en ese lugar que quedó vacío había una hoja con algo escrito.

"La vida es dura, la muerte es sin sufrimiento"

Entendió, esa pastilla contenía veneno o algo que le provocará su muerte, sonrió y las lágrimas se deslizaban. El tuvo piedad por él, arrancó esa hoja de la bandeja y se lo llevó en la boca, apresar de que ése hombre lo llevaría a su muerte no quería que otros sufrirían por él, después se llevó la pastilla y tomó del agua.

Esperó, esperó y por fin dió efecto, sentía que se asfixiaba, su corazón parecía que se saldría en cualquier momento, empezó a sudar y por fin cuando ya no sentía nada, fue ahí cuando dió su último suspiro.

(***)


Las flores por el salón adornaban, flores blancas como la pureza, la paz.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 18, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

さようなら  ||Soukoku|| [One-shot]Where stories live. Discover now