032 | reunited.

342 44 40
                                    

☾| 鼠尾草

sin editar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

sin editar.

ANTE LA PAREJA, APARECIÓ todo su equipo, con rostros notablemente cansados y con un poco de sangre. Leah se apresuró en bajarse de la camilla, desconectar de un tirón lo que tenían en uno de sus brazos y fue a revisar el estado de todos sus amigos, ignorando todo malestar que sentía en su cuerpo.

— Qué fue lo que sucedió? .— preguntó ella con sus brazos cruzados.

— La verdadera pregunta es qué haces tu fuera de la cama .— le contestó Jason imitando su postura, pero al ver la mirada asesina que le dio la joven prefirió contestarle de igual manera.— ya todo acabó, le ganamos a los Nazis.

La pelirroja suspiró aliviada y sintió cómo su cuerpo se relajaba, el equipo había cumplido exitosamente con su misión y se sentían felices por aquello, así que para celebrar levemente se unieron en un abrazo grupal, sin darse cuenta de la presencia de más personas.

— Eso significa que podemos irnos a casa? muero de ganas de dormir por al menos tres días .— exageró Gar sacándole una pequeña risa a los presentes.

— Supongo que si podemos .— aseguró Richard encogiéndose de hombros.

Leah apretó sus labios al escuchar aquello, no le terminaba de agradar la idea de irse tan luego, aún tenía muchas cosas que hablar con su hermana y antiguos amigos.

— Rosie .— la llamó Felicity desde otro lado de la habitación.

La pelirroja miró en esa dirección y notó que sus dos antiguos equipos los estaban mirando.

— Ya vuelvo .— le susurró a Wally antes de ir casi corriendo al encuentro de su hermana.

Abrazó a la rubia con fuerza y suspiró, le alegraba que todos estuvieran bien y que ganaran la batalla.

— Entonces tenía razón? eres nuestra pequeña Hawk? .— preguntó Oliver mirando al par de hermanas, trataba de demostrarse fuerte, pero por dentro sentía todo un remolino de emociones y sus manos junto a su labio inferior comenzaron a tiritar por los nervios. No era algo que le pasaba a menudo, pero esta situación era especial.

— Si, tenias toda la razón aunque me cueste admitirlo .— le contestó Leah una vez se separó de los brazos de su hermana.

El arquero no pudo evitar esbozar una amplia sonrisa al escuchar aquello, sus ojos se llenaron de lágrimas y la abrazó de inmediato, era ella, después de dos años podía abrazarla de nuevo y sentir tranquilidad. Se mantuvieron abrazados por unos largos minutos y es que no querían soltarse, pero tuvieron que hacerlo igual, una vez que se alejaron se miraron sonrientes y secaron las lágrimas que habían caído por sus mejillas. Lamentablemente, John y Thea no estaban con ellos, pero si habían tres personas más, los nuevos integrantes de su equipo y se presentaron, eran bastante simpáticos.

𝑷𝑯𝑶𝑬𝑵𝑰𝑿 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora