Capítulo 6

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—Mamá, ¿va a ser Tobin mi nueva mamá? ¿Así como las mamás de Laura Beth o como tía Ali? —preguntó Charlie, mientras desayunaban el domingo por la mañana.

—Claro que no —le espetó Alex. Después de la conversación con Matt, aquello era lo último que necesitaba— Lo siento, tesoro. No quería gritarte.

—A mí me gusta —dijo la niña, con un sollozo—Quiero que sea mi mamá. Además, si te casaras con ella, podríamos vivir aquí.

—Hija, pero si casi no la conoces —explicó Alex, asombrada y preocupada de que aquello hubiera ocurrido después de un día. Tal vez la pequeña estuviera desesperada por encontrar una substituta para un padre que casi no le prestaba atención—Antes de que alguien pueda ser parte importante de tu vida, las dos tenemos que conocerla bien y asegurarnos que es la persona adecuada.

—Yo sé que Tobin lo es.

—¿Qué te hace estar tan segura?

—Porque es muy amable conmigo. Y es muy linda y comprendió que era realmente importante para mí tomarme un helado aunque ya nos habíamos comido una pizza.

—Sí, ya entiendo, pero hay cosas más importantes que considerar.

—¿Qué cosas?

—Son cosas de adultos.

—Pero yo podré opinar, ¿no?

—Cuando llegue el momento, por supuesto que podrás expresar tu opinión. Sin embargo, la tuya no es la opinión más importante.

—¿De quién es la que más vale?

—La mía.

—Tal vez yo debería elegir. La última vez, no lo hiciste muy bien.

Alex estuvo a punto de echarse a llorar. Que la pequeña Charlie estuviera juzgando a su propio padre, y de paso a su madre, hablaba a gritos de lo que la niña había pasado en su corta vida.

—Lo siento mucho, hija —susurró, tomándole la mano y dándole un beso en los dedos—pero hay algo que nunca debemos olvidar, por muy enfadadas o tristes que nos pongamos.

—¿Y qué es?

—Si no fuera por él, yo no te tendría a ti. Tú eres lo mejor que me ha ocurrido en toda mi vida así que, todos los días, le doy gracias a Dios porque tu padre y yo te hiciéramos.

—¿Cómo se hace a una muñeca? ¿Unieron mis trozos?

—No —respondió Alex, riendo— No fue así exactamente. Algún día te lo explicaré.

—Quiero saberlo ahora. Vi que Pimienta tuvo ayer a sus gatitos en el establo. ¿Fue así?

—Más o menos.

—¿Yo estaba dentro de ti?

—Sí.

—¿Y papá me puso ahí?

—Sí.

—¿Cómo? ¿Besándote?

—En parte, sí.

—¿Significa eso que Tobin y tú van a tener un niño?

—Dios santo, claro que no. Eso es más complicado— luego murmuró— e imposible.

—Pero ella te besó cuando te trajo a casa.

—No fue el mismo tipo de beso —explicó, sin saber qué decir—Ahora, termínate tus cereales. Creo que el abuelo te está esperando en el establo. Quiere que le ayudes a cepillar a tu poni.

Recuperar la Confianza (Cinco Amigas 02)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora