capitulo 6

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Al empazar el descanzo desidi ir a el gardin de pa esciela, vi al profesor sentado en una banca admirando las flores. Me acerque pero me tropece con una roco, pero no cai en el suelo sino en los brazos del profesor.

Me abrazo fuerte, yo no lo queria soltar era muy calido. Pero ele apaeto y me toco el pelo.

-Me encanta tu pelo castaño, al igual que tis bellos ojos azules.

Al oir esto me sonroje

-Debes de tener frio- me dijo- se quito su suerter y me lo dio.

Su sueter es calido al igual que el, su aroma era tan relajante.

Entonces se acerco a mis labios. Pero la campana sono.

-Vamos se nos ya es tarde- dijo esto y camino.

La clase de deportes no es de mis favoritas, no.soy buena en ningun deporte. Me quede sentada en el pasto y me puse a oir musica.

Pense en todo lo que paso hoy, estaba algo confundida.

-Hola- dijo una voz dulce- tambien estas sola.

-Algo a si- le dije

-Puedo ser tu amiga- me dijo al decir eso se veia apenada.

-Claro- le dije con una sonrisa.

-Que tal si vamos a un cafe que abrieron a unas cuadras de la escuela.

-Me parece bien- dije y le di una gran sonrisa- ¿Cual es tu nombre?

-Me llamo Tamara-me dijo- tu te llamas Tori ¿verdad?

-Si.

Hablamos sobre nuestras vidas, luego quise saltar la cuerda con ella aunque yo no sabiera hacerlo.

-No es dificil Tori- me dijo- solo divierte.

Trate de saltarla esta vez pero me enrolle en ella y me cai, tenia un rapon en mis rodillas.

-Creeo qie mejor voy a la enfermeria- le dije y camine.

-Dejame acompañarte- me dijo y me tomo de la mano para ayudarme a caminar.

Caminamos hasta la enfermeria que parecia estar sola.

-Ahora vengo, voy por la enfermera- dijo Tamara y salio corriendo.

Me sente en una silla que estaba a un lado de la camilla; la enfermeria tenia un aroma muy tranquilizador.

-Tori ¿Que te ocurrio?- me pregunto el.profesor.

-Nada, solo me raspe las rodillas, dije y me sonroje.

-Dejame ponerte algo- me dijo y se dirigio a la caja de primeros auxilios.

Tomo unas curitas y algo de agua oxigenada.

-Primero te voy a limpiar bien la herda-me dijo y tomo algo de algodon y lo mojo con agua oxigenada.

-¿Eso me dolera?- le pregunte

-Sabes las heridas duelen, pero sanan poco a poco aunque sientas un dolor asi es lo miamo con un corazon roto ¿no lo cres?.

No respondi nada, entonces me limpio y me coloco una curita en cada una de las rodillas.

-Creo que no te curara con una sola curita- me dijo con voz dulce.

Hacerco sus labios a mi rodilla y le dio un beso al igual que la otra.

Entonces me miro a los ojos me beso tiernamente. Sus labios eran suaves.

Y despues me abrazo muy fuerte.

Nunca me lo espereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora