La piscina

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Harley se despertó tarde al día siguiente, eran las 12:16 p.m. cuando lo hizo por primera vez, pero al verse tan cómodo en la cama y la habitación donde no había estado esos días volvió a dormirse, siendo las 12:47 p.m. cuando se despertó nuevamente y entonces sí se levantó, tendió la cama y se cambió el pijama, luego bajó hacia la cocina, pasando por supuesto por la sala y dándose cuenta de que Tony no estaba cerca.
Se sirvió algo de cereal, tenía suficiente hambre para querer algo más fuerte pero la comida se reducía cada vez más limitando sus opciones sin olvidar que no sabía cocinar, y aunque tenía curiosidad por volver a intentarlo prefería ahorrarse los problemas con Tony si el hombre volvía a descubrirlo al fuego teniendo la cazuela en llamas.
Así pues comió su cereal tranquilamente, repitiendo dos platos hasta que se acabó la caja ya que no había comido nada en el avión el día anterior por el estómago revuelto y los nervios que tenía.
Repentinamente se sintió sonrojar un poco por recordar todos los acontecimientos en el medio de transporte, pero en seguida simplemente lo bloqueo de su mente lo mejor que pudo, cómo había dicho Tony lo que había ocurrido ahí se quedaba ahí... aunque debía admitir con voz pequeña para sí mismo que sí que se había sentido más tranquilo al final gracias a Tony, y se sorprendía de que el hombre hubiera dejado salir ese lado más... ¿amable? ¿Atento? No sabía con qué palabra describirlo realmente, lo que sí sabía es que era lo que necesitaba ayer y
realmente no había sido tan malo haberse aniñado un poco con el hombre, no lo volvería a hacer desde luego, Tony no solía ser como lo fue en el avión y sentía que se arriesgaba a un rechazo, además de probables burlas que lo avergonzaran, pero al menos le gustaba estarse haciendo una idea de que en ciertos momentos, por diminutos y contados que fueran, podía volver a apoyarse en alguien completamente si estaba asustado o preocupado, podía apoyarse en Tony para sentirse mejor.
-Sólo digo que si fui a un viaje a otro continente al menos sería amable de tu parte encargarte del papeleo final- lo sacó de sus pensamientos Tony quien entró a la cocina hablando por teléfono, vestido aún con su pantalón de pijama, unos calcetines grises y una playera de tirantes del mismo color.
Sin mirarlo y sin quitarse el celular del oído fue directamente a la alacena a sacar algo de café para proceder a hacérselo mientras hablaba, lo más probable con Happy.
-Ok, ok, ya sé que fue por eso, pero ya lo compensé... pero te interesaba a ti, no a mí, yo suelo llevarlo muy bien solo... eso no fue mi culpa... ¡ah! Tú eres el que me torturas a mí... está bien, está bien, corta con eso, lo haré, ¿de acuerdo? Comienzo en unos minutos y te mando todo cuando esté listo, pero que conste que arruinaste mi mañana... pues mi tarde entonces... bien, adiós- dijo hasta que al fin colgó el celular y lo dejó sobre el mueble del fregadero.
-¿Tienes que ir a la empresa?- le preguntó poco después Harley.
-No, sólo unos papeleos como reportaje de todo lo qué pasó en Japón y algunas cosas más pero desde aquí- le contestó Tony.
Harley sólo asintió, sin querer buscar más plática del hombre por temor a que estuviera de mal humor por el repentino trabajo y continuó desayunando.
El mayor terminó de hacer su café y se sentó a la mesa también, en su lugar de siempre, para beberlo.
Hizo eso mucho más rápido que Harley comiendo el cereal de manera que terminó cinco minutos después, antes de que l niño acabara y sin decir nada salió de la cocina dejando la taza en el fregadero.
Harley tomó su tiempo en terminar y después lavó los pocos trastes que había, limpió la mesa y salió a la sala, donde Tony ya estaba instalándose sentado en el sillón y acomodando varios papeles frente a la mesa, vestido informalmente pero estando al menos más presentable que con la pijama.
-¿Te vas a tardar mucho?- le preguntó Harley asomándose por el respaldo del sillón.
-No lo sé, ¿por qué?- le contestó Tony sin voltear a verlo y siguiendo en su labor.
-Nomás- dijo Harley encogiéndose de hombros, aunque en realidad había estado intentando hacer algo de plática inconsciente, preguntándose si todo estaba bien después de las escenas de anoche, ya que Tony no había hablado prácticamente nada en el desayuno, pero en ese momento se convenció de que sólo debía ser el asunto del trabajo y decidió no darle más vueltas, pensando que no debería de estar tan nervioso o pensativo por todo lo nuevo o ciertos acontecimientos con el hombre, o sea, entendía que estaban en una situación que fácilmente los dejaba al borde la incomodidad pero tendrían que superarlo en algún momento ¿no? Para ya no tener esos momentos de evitarse o tener que romper la tensión con bromas, simplemente dejar las cosas suceder, pasar, y seguir un comportamiento normal que les facilitara las cosas a los dos.
Por su parte Tony no pensaba más en los acontecimientos de la noche pasada, prefirió dejarlos encerrados en una caja con candado en el fondo de su mente y proseguir como si nada, así que sí, lo único que lo hacía ver distraído o distante en ese momento era la inesperada tara que se le presentó.
-¿Necesitas ayuda?- preguntó Harley después aún recargado contra el respaldo del sillón.
-Sí, cuando estés graduado de la universidad en negocios o algo de ese estilo me avisas- le respondió Tony.
Harley rodó los ojos.
-No hay nada en lo que me puedas ayudar niño, mejor vete a jugar por ahí y déjame a mí con esto, no sé por qué querrías ofrecerte a ser torturado con este tipo de trabajo- explicó Tony, inclinándose al final para leer el primer documento.
Harley no queriendo interrumpirlo en la lectura y comprendiendo que le había dicho de forma amable que lo dejara en paz lo hizo y lentamente se retiró a la habitación.
Terminó jugando ahí por un rato con uno de los videojuegos que Tony le había comprado, luego con unos luchadores con forma de robot que eran específicamente los de la película de Toy Story 2, y terminó disparando balas de juguete hacia un tiro al blanco, comprobando que su puntería se mantenía bastante buena.
Improvisó dos juegos más con los juguetes que tenía y después se quedó como quince minutos acostado en el suelo sin que se le ocurriera algo más para hacer pero aún así sintiéndose aburrido.
Intentó jugar nuevamente, armando un rompecabezas de quinientas piezas que terminó bastante rápido pero que no lo entretuvo mucho como para querer hacer otro.
Miró en su reloj de cumpleaños, ¿ya podía quitárselo? En ese momento olvidó la fecha límite, bueno, ya le preguntaría a Tony después, el punto era que eran las 04:00 p.m., y no tenía hambre exactamente pero creyó que sería bueno tomarse un jugo y ya comería más al rato, tal vez incluso Tony quisiera acompañarlo.
Así pues bajó a la sala, caminando silenciosamente sin hacer ruido, ya que Tony seguía concentrado trabajando, luego en la cocina se tomó un jugo de manzana tranquilamente por unos minutos, preguntándose qué cosa interesante podía hacer.
Con gusto habría construido algo pero sabía que Tony no lo dejaría ir al taller y él mismo no parecía con tiempo para ir, así que lo descartó, podía intentar seguir jugando pero eso realmente no le apetecía mucho en ese momento, en realidad le habría gustado poder salir, cuando vivía con su madre al ser un pueblo pequeño podía salir sin necesidad de carro y estar en las tiendas y los parques que hubiera cerca, ahora hasta donde no había visto no había nada de eso cerca de la mansión, aunque arregló que al menos podría salir un rato al jardín, era extenso, probablemente para sentirlo como un pequeño parque.
Terminó su juego y pasó por la sala hasta las puertas de cristal, donde una ya estaba abierta y pudo salir por ahí. Tony ni siquiera dio muestras de advertir eso así que sin más prosiguió a caminar por ahí.
Terminó dando un recorrido largo, el clima era agradable, había sol pero bastante sombra de forma que no lo lastimaba o cansaba demasiado, terminó girando y yendo por lugares por los que no había ido antes, como una fuente más grande que la del oso aunque con forma normal, luego encontró unos arbustos con la forma de diferentes armaduras de Iron Man, se veían genial, más adelante llegó a lo que pareció ser un pequeño bosque y sacándole la vuelta había una pequeña cabaña de madera aunque estaba cerrada y con las ventanas tapadas por lo que no pudo ver qué tenía en su interior.
Más a la derecha había unas bancas como de parque y pasando por algunos árboles esparcidos se llegaba al fin a la muralla marcaba el inicio y fin de la casa.
Volviendo sus pasos regresó a la mansión y pasando por ella fue al otro extremo del jardín, que era bastante igual al que ya había visto pero con una red de básquetbol puesta en cierto punto y algunos aparatos de ejercicio que solía haber en los parques públicos, aunque claro éstos se veían más caros.
Se subió a uno donde se mantenía parado en lo que parecían ser dos pedales y tenías que mover una pierna a la vez pero al hacerlo más por diversión que por ejercitarse terminó balanceándose con ambos pies al mismo tiempo de forma que parecía estar más en un columpio aunque parado.
Llegó a la muralla de esa parte y entonces sí volvió a la casa, ahora que había explorado un poco con la idea de hacer lo mismo pero adentro, ya que en un principio por la timidez y la situación no se había atrevido a ir más allá de la sala y la cocina, mientras estuvo enfermo observando un poco más los pisos y el cuarto de Tony pero sin explorar a fondo, lo cual después de semanas y estando ahora en plena confianza le parecía más tentativo.
Entró a la casa de nuevo en silencio, Tony alzó un momento los ojos para verlo pero no le prestó más atención y volvió a su trabajo.
Harley entonces fue directamente al piso donde se quedaba, según él ya había visto todo lo de abajo, y comenzó a recorrer las habitaciones, abriéndolas un poco para mirar dentro de ellas, descubriendo que eran como donde estaba él, luego llegó a la segunda sala, por donde no estuvo muy contento por él barandal que dejaba la mirada hacia abajo libre y mejor siguió recorriendo los pasillos cerrados.
Encontró algunos baños, y lo más impresionante terminó siendo una sala con una cantina y una mesa de pimpong, al lado de ésta una habitación más grande con diferentes máquinas de videojuegos, algunas retro y otras completamente nuevas. Había varias televisiones conectadas a Xbox, Wii, Play Station y otras máquinas que proporcionaban realidad virtual subiendo a unas motos y poniéndote unos lentes. Harley estaba fascinado pero sin querer romper algo o alentar a Tony de que estaba revisando toda su casa salió sin tocar nada y continuó su recorrido hasta llegar al piso del hombre que ya conocía.
Se planteó entonces qué era lo siguiente que podía explorar, ¿o habría acabado ya? Presintiendo que las opciones se le habían acabado decidió ir al primer piso, por si algo se le había pasado.
Entonces llegó a la sala y fue por detrás del sillón al extremo de la pared, reconociendo el baño que había utilizado el otro día después de vomitar a Tony, y lo más nuevo que vio fue la puerta de entrada ya que siempre solía salir por la de atrás, así que en silencio la abrió y la cruzó.
Ya había visto un poco cuando acompañó a Thomas pero ahora pudo caminar un poco y notar la piedra puesta al rededor lo que parecía ser un puente amarillo, que daba vista al cielo y al mar, donde por supuesto no se acercó por la altura y volvió a entrar a la casa dándole nervios de estar ahí y solo.
Una vez adentro cruzó hacia el otro extremo de la sala, por donde estaba el taller.
-Harley, ni si te ocurra intentar entrar al taller- le dijo Tony entonces, con voz calmada y sin haber dejado de ver los papeles.
-Ya sé- respondió él dando los inicios de un puchero pero siguiendo adelante aún así.
Identificó la puerta del taller, cerrada por supuesto, y luego unas puertas más al fondo, abrió una y vio el gimnasio que ya había conocido donde él y Tony habían entrenado hace tiempo, luego fue a la otra y sorprendentemente estaba vacío, lo único interesante de ahí era la vista que se hacía, así que la cerró y llegó a la última puerta, encontrando dentro de ésta un salón con una alberca en el centro, como con las otras dos un paisajes disponibles a través de las ventanas de cristal.
En esta habitación decidió entrar, ya que tenía cuatro puertas más, y a la pared una banca color blanco y de metal.
Fue hacía las puertas de la derecha y vio que una estaba cerrada, luego en la otra descubrió un pequeño cuarto con una cama pequeña ahí.
Se dirigió hacia las otras, pero acercándose más hacia la piscina, que estaba rodeado por unas franjas de marvol blancas y que tenía una escalera del lado derecho, cerca de lo que parecían ser escalones.
Harley se acercó un poco más para ver, dándose cuenta de que el agua era azul claro y se veía bastante profunda, distinguía del otro lado los escalones pero no alcanzaba a ver cuántos eran ni a qué distancia se encontraban.
Inclinado aún, con las piernas rectas y sólo agachando la espalda estiró una mano y se agachó un poco más, con el propósito de tocar el agua, pero sus piernas no lo habían estado sosteniendo lo suficiente por lo que ese movimiento no fue el más acertado y de repente sintió todo a su alrededor mojado y su cuero pesado, así como los ojos nublados por el agua, al igual que su nariz.
Inmediatamente, asustado, comenzó a mover frenéticamente las piernas y brazos, buscando una salida que le proporcionara aire pero éste no llegaba, y el hecho de que se había ido de cabeza sólo le dificultaba más las cosas, pues no podía intentar dar un salto con sus piernas para subir, éstas estaban más cerca de la superficie y su cabeza era la parte que se mantenía más cerca del agua, hundiéndose, poco a poco sintiendo una opresión en el pecho pidiendo por oxígeno mientras su mente se nublaba y él entraba en más pánico que no podía expresar por medio de un grito, no podía pedir ayuda porque al abrir su boca también terminaba llena de agua.

Iron Man. Vida como padreWhere stories live. Discover now