En esta historia nos ubicamos al finalizar el torneo del poder, en donde el Universo 7 saldría victorioso, y como deseo se pediría la restauración de todos los universos, comenzando a reaparecer cada uno en sus respectivos mundos. Jiren esperando en...
En dicho lugar una temible avalancha de soldados arremetería contra el planeta y sus habitantes, crueles y despiadados individuos bajo las ordenes de un malvado tirano asesinarían a todos los que se pusieran en su camino y no se rindiera ante ellos.
Parecía que todo estaba pérdido para la gente de ese planeta, hasta que su esperanza olvidada recaería sobre los hombros de una persona que se encargaría de salvarles.
Ante el avance del gran ejercito por los incendiados pueblos causados por ellos mismos, un individuo cubierto con una tunica algo estropeada se plantaría en su camino.
Un ejercito de 10.000 hombres se detendrían a la orden de los altos mandos, los cuales se encontraban sentados sobre altos tronos que eran cargadas por 4 sirvientes cada uno. Los altos mandos parecían ser en su totalidad 5 individuos, pues es la cantidad de tronos que cargaban los esclavos debajo.
Un soldado daría el paso al frente, parecía ser el vocero del ejercito.
Soldado: ¿¡Se puede saber como es que tienes la osadía de interponerte en nuestro camino!? ¿¡Cuales son tus intenciones, sabandija desconocida!?
El individuo, el cual resultó ser el mismo Yamoshi, se quitaría su tunica y la arrojaría a un costado. Llevaba un uniforme distinto al primitivo que acostumbraba usar en su planeta, llevaba pantalones holgados de color negro, unos brazaletes dorados en cada muñeca y unas rodilleras del mismo material, su vestimenta a simple vista se asemejaba a la que utilizaban formalmente los Dioses de la Destrucción
Yamoshi, antes de responder miró a sus alrededores, todos los edificios cubiertos en llamas, los ciudadanos asesinados sobre el suelo, niños, mujeres, ancianos, estos sanguinarios no tenían piedad.
Yamoshi: ¡Por supuesto que he venido a detenerlos, malditos monstruos!
Las palabras del sayajin provocaría la risa de los altos mandos, seguido de todo el ejercito, nadie sabia con quien se estaban apunto de meter...
Yamoshi: ¡Kj...! ¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
Yamoshi liberó su poder con furia debido a la gran cantidad de gente que habían masacrado sin piedad, los fuertes vientos que de su poder provenían harían volar a la mayor parte del ejercito que tenía de frente como si solo fueran polvo en el desierto
Una vez esto, solo quedarían los altos mandos a la vista de Yamoshi, esta vez sin estar sentados, de pie como si no les impresionara para nada lo que acababan de ver...
3 de ellos, se acercarían con más claridad, parecían ser los primeros en plantarle cara al sayajin, los cuales parecían darle más importancia ahora..
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