#44

158 7 0
                                    

LLUVIA

ADA

El movimiento me despierta, abro los ojos y miro el pasillo que se va quedando atrás.

—¿a dónde vamos? —susurro en el oído de Chris y abrazo su cuello.

—a la cama—dice en voz baja.

Por alguna razón, la casa está a oscuras, Christian camina con cuidado y como si yo no pesara nada realmente, me carga con una destreza impresionante.

—¿y tus padres? —pregunto recostando mi cabeza en el hombro de mi novio.

—no llegan hoy, estamos solos.

Dios.

Christian abre la puerta y camina hasta la cama, me deja en ella con cuidado y enciende la luz.

—¿qué hora es? —interrogo atándome el cabello.

—son casi las nueve treinta— dice Christian sacándose la camisa, mis ojos lo recorren lentamente sin querer, él lo nota y me sonríe.

—¿vas a dormir así? —Christian me señala y me doy cuenta que aún traigo puesto el vestido.

—no—me levanto y me saco el vestido dejando al descubierto la ropa interior de encaje negro, Chris me escanea de arriba a abajo, aún tengo moretones en el cuello y las muñecas y me vuelvo aún más consciente de la cicatriz que me recorre parte del brazo derecho, pero el parece pasar por alto esto.

—el negro te sienta muy bien, Bonita—le doy la espalda y camino hacia su armario.

—muchas gracias—busco alguno de los hoodies de Chris y me lo coloco con lentitud.

—¿y eso es más cómodo que tu pijama? —me vuelvo y encaro a Christian que ya tiene puesta la pijama.

—sí, también huele mejor—camino hacia la cama y me subo en ella con cuidado, gateo un poco y me acuesto de costado para mirar a Chris.

En su rostro danza la picardía, observa cada uno de mis movimientos con atención, disparando mi pulso en segundos.

—¿vas a venir o te traigo? —le digo.

—ven por mí —se cruza de brazos y se recuesta contra la pared.

Como quieras.

Me levanto y camino lentamente hacia él, me sonríe socarronamente cuando estoy a pocos pasos, estoy descalza así que soy notablemente más bajita, sé que con él la fuerza no me sirve.

Vamos a jugar señor dos Torres.

—ven—susurro en su oído, mi nariz recorre su cuello y veo como se le eriza la piel—vas a dejarme sola en la cama—para este punto ya no tiene los brazos cruzados, recorro con mis uñas la piel de su espalda y lo escucho suspirar.

—tal vez—dice haciéndose el duro.

—¿seguro? —beso su cuello lentamente.

—no—dice, sujetando mi cintura cargándome hacia la cama en donde me suelta robándome una Sonora carcajada, se cierne sobre mí con cuidado—deberíamos dormir mi amor.

¿Dormir?, no claro que no.

sé lo que quiero y voy por ello—¿enserio es lo que quieres hacer?

—no, pero no podemos hacer nada más, porque me da miedo lastimarte—no digo más, sé que lo hace por mi bien—¿está bien así?

—sí mi amor—le respondo, se acuesta a mi lado mirándome recostado sobre su costado.

AL FINAL SOLO ERA ELLA -LIBRO 1 [✔]Where stories live. Discover now