19| Todo bien.

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— Astrid... Astrid, despierta.— la chica sintió un ligero toque en el hombro, y fue cuando despertó.

— UH, oh disculpa, estaba cansada...— dijo la chica al notar que aún estaba en el hospital.

— No, no te disculpes, lamento despertarte, es solo que debo irme, tengo una urgencia, y quería pedirte que te quedarás aquí, la señora Valka está leyendo e Hiccup sigue dormido, ¿Te los puedo encargar?

— Jack, tranquilo, ve a atender tu urgencia, yo los cuido.— sonrió con tranquilidad.

— Muchas gracias Astrid.— dijo el joven tomando su mochila—. Señora Valka, vuelvo mañana, se supone que no estará mucho tiempo, ¿cierto?— susurró el joven, a lo que la mujer solo asintió y se despidió con la mano.

Una vez el joven salió la chica se sentó, ya que estaba recostada a lo largo del sillón que tenía el lugar y observó a su gerente que tenía recostado en su regazo a un joven castaño que, en el parecer de Astrid, se veía sumamente tierno, un impulso de abrazarlo la sorprendió, pero lo que en verdad la sacó de su imaginación fue una voz femenina.

— As, primero que nada, gracias... Sé que mi hijo puede ser sumamente testarudo en estás situaciones, y gracias por no dejarlo solo...— habló con tranquilidad, y estiró su mano, para que la rubia se acercara.

Nuestra protagonista se levantó para acercarse a la cama donde se encontraba la castaña con su hijo, tomó una silla y se sentó al lado contrario de dónde se encontraba Hiccup—. No tiene nada que agradecer, su hijo es una persona excelente, y en verdad lo quiero apoyar en lo que pueda.

— Y de verdad te lo agradezco, hija, y sé que esto es raro, pero te quiero pedir un favor, cuida de él, yo no estaré siempre, sé que tarde o temprano el cáncer me va a ganar... Tú y Jack serán lo único que le quede, por favor, no lo dejen solo...— la madre soltó unas lágrimas al decir eso.

— No piense en eso, usted es fuerte, aún le queda mucho que vivir, y no se preocupe, Hiccup no estará solo nunca, le doy mi palabra.— la chica limpió las lágrimas de la mujer y tomó su mano—. Lo conozco de hace poco, pero créame, su hijo se ha ganado mi confianza.

— Gracias As... Y por favor, vigila que no ahuyente a todas las chicas.— bromeó para calmar la tensión del momento.

— No sé preocupe, de eso se encargará el tiempo, y obvio puedo darle un ligero empujón.— bromeó entre risas mientras le guiñaba un ojo a la señora.

Ellas se sonrieron mutuamente mientras la señora acariciaba la cabeza de su hijo—. Mi niño... Ha vivido cosas que no debería vivir un chico de su edad, y nunca se ha quejado de su vida, pero... Ha perdido esa linda sonrisa que antes nunca se borraba de su rostro, deberías haberlo visto a los 11, era un chico tan risueño, caballeroso, amable, se preocupaba por todos, a veces hacia travesuras, pero era increíblemente tranquilo, juguetón eso sí, y sobre todo, era demasiado amoroso, y ahora míralo, todo un hombre... Pero sin su hermosa sonrisa... Disculpa, he de sonar como una madre viejita.

— Para nada, no debes disculparte, eres una madre que está preocupada por su hijo, y que a pesar de todo, está orgullosa de él.— la rubia se había imaginado a un pequeño Hiccup con todas esas cualidades mencionadas con anterioridad, y se preguntaba que era lo que lo había hecho cambiar tan drásticamente—. Son una hermosa familia...— se le escapó.

— Gracias As... ¿Te puedo hacer una pregunta?— cuestionó la castaña.

— Adelante, las que usted quiera.

— ¿Qué significa mi hijo para ti?— formuló con curiosidad Valka.

— Wow, no me esperaba esa pregunta.— habló algo nerviosa, aunque no sabía la razón de tales nervios—. Es un gran chico, digno de confianza y respeto, un joven muy amable y caballeroso, alguien que...

— ¿Alguien que cualquier chica quisiera tener de novio?— pronunció con una mirada pícara la mujer que estaba en la cama de hospital.

— Así es, cualquier chica quisiera tener una pareja como él... Y es un gran amigo, alguien protector, que se preocupa por tu bienestar... Incluso cuando solo es tu temor irracional a los truenos...— habló esta vez mirando al chico.

— Me alegra escuchar eso, mi mejor empleada es amiga de mi único hijo... Que pequeño es el mundo, ¿no crees?

— Créame, es algo que ha estado en mi mente desde hace un mes...

Un ligero bostezo las sacó de su conversación—. Hola amor.— pronunció su madre.

— Mamá, que tal te sientes... Oh, Hofferson, aún estás aquí, si gustas puedes retirarte, muchas gracias por acompañarme, y disculpa por las molestias.— habló estirándose un poco, y sorprendido de ver a la rubia ahí.

— No te preocupes Eminem, no es ninguna molestia, y aquí me quedaré, quiero acompañarlos, así puedo hablar con tu mamá sobre un ligero aumento...— bromeó, lo que causó una ligera risa en el chico, un sonido suave, que le pareció sumamente lindo a la chica.

— Muy bien, gracias en verdad, y disculpa si mi madre te aburrió con alguna de sus pláticas, no lo hace a propósito.— está vez bromeó él, ganándose un golpe de periódico, propinado por Valka, claro está.

— No te preocupes...— pronunció soltando una pequeña risita divertida—. Su plática ha sido lo más interesante del día.

— Oh, bueno eso es nuevo.— otro golpe de periódico, a lo que nuevamente solo rio el castaño y le sonrió a su madre.

Los dos familiares empezaron a hablar y a hacer pequeñas bromas entre si, a lo que la rubia solo pudo sonreír y reír con cada cosa que decían, quería grabar esa escena en su mente, ese momento tan lindo y agradable, era lindo ver cómo Hiccup Haddock era una persona totalmente transformada cuando estaba con su madre, sonreía, reía, estaba alegre, y transmitía un sentimiento de sencillez y calma, era increíblemente lindo.

— Tengo que conseguirte una linda chica, que te haga sonreír así como tu madre, seré estricta con eso Eminem, tu futura novia tiene un listón muy alto.— pensó para sus adentros mientras veía la escena familiar.

No me interesas (Hiccstrid)Where stories live. Discover now