Baila conmigo bajo la lluvia, pelirroja

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Eran las seis de la tarde. En Avonlea llovía a cántaros. Anne se encontraba en la parada autobuses, esperando a ver si alguno se dignaba a aparecer. Apretaba con fuerza su mochila contra su pecho, de Teo llevaba sus libros favoritos y lo último que quería era perderlos.

Entre la neblina y las gotas de lluvia apareció una figura. Gilbert Blythe apareció en aquel lugar. Anne apretó su bolso con mucha más fuerza, ¡El chico que le gusta esta ahí!. Gilbert no noto la presencia de la chica hasta que terminó de ponerse su chaqueta, cuando lo hizo su corazón dió un brinco, ¡La chica que le gusta esta ahí! Gilbert se apresuró a acomodar su empapado cabello, salpicando gotas de agua hacía los lados, haciendo que volarán por todas partes. Anne arrugó la cara al sentir las gotas golpear su rostro. Gilbert lo noto.

- ¡Oh, lo siento muchísimo! - intento acercarse a ella, pero ella negó y se echó para atrás.

- No, no. No hay problema - sonrió -. Estás empapado, ¿De dónde vienes?.

- Vengo de casa de Moody, estábamos haciendo el trabajo de historia - le respondió Gilbert.

- ¡Vaya, ¿Trabajo de historia?! No sabía que había un trabajo de historia - rió nerviosa -. Tal vez lo haga sola.

- ¿Estas segura? Moody y yo podemos aceptar en nuestro grupo, si quieres - ofreció Gilbert.

- ¡Oh no, para nada! - dijo con cara de horror. Gilbert levanto su ceja -. N-no es porque no me caigan bien, o sea, no me caen bien... ¡Digo, si me caen bien! Moody me cae excelente y-y tu también.

Gilbert rió.

- Tranquila, yo entendí. - soltó una carcajada que hizo que Anne se sonrojara.

Silencio incómodo. Gilbert pensaba en alguna manera de acercarse a ella. Pensó en tal vez inventarse algún cuento sobre un romance trágico, sabía que le encantaban, o quizás empezar a hablarle sobre medicina, aunque no sabía si de verdad a ella le interesará ese tema. Pasaron diez minutos. Diez minutos en los que Gilbert estuvo pensando en cómo acercarse a ella. Hasta que tuvo una idea.

- Oye - dijo llamando la atención de Anne -, ¿Sabes cuál es mi mayor sueño?.

- ¿Que los One Direction regresen? - pregunto en broma. Gilbert rodó los ojos con gracia.

- Aparte de eso - dijo de manera floja y alargando la "o".

- Entonces no, no lo sé - sonrió.

- Es bailar bajo la lluvia... Con mi persona favorita. - dijo, viéndola fijamente. Anne se puso nerviosa de nuevo.

- ¿Ah sí? Pues... Q-que bonito sueño - dijo desviando la mirada.

- definitivamente - afirmó Gilbert -. Y mucho más porque estás tú incluida en el. - Anne casi se ahoga con su propia saliva. Gilbert sonreía.

- ¿Disculpa, e-escuche bien?.

- Supongo que si. Dije que es mucho más hermoso porque estás tú en el - respondió con simpleza. Anne estaba de el mismo color de su pelo -. Oye estás bien... Es que estás muy roja - pregunto burlón. Anne le dió una mala mirada.

- ¡No es bueno jugar con eso, Gilbert! - chillo ella.

- ¿Quien está jugando con que? Yo solo decía la verdad.

- ¡Sabes que eso no es cierto! Yo no soy tu persona favorita - exclamó sería.

- ¿Que te hace pensar que no lo eres? - Gilbert se acercó a ella y saco su bolso de sus brazos, poniéndolo en uno de los asientos de el lugar. - Ven - Gilbert extendió su mano -, baila conmigo bajo la lluvia, pelirroja.

Anne parpadeó rápidamente, ¿Era ésto un sueño? Confirmó que no lo era cuando pellizco su brazo. No, ¡Esto no era un sueño!. La sonrisa de Anne se ensanchó y extendió su mano aceptando la de el chico. Gilbert la acercó a el, ahora los dos estaban siendo mojados por la lluvia, los dos tenían una enorme sonrisa. El Vaivén era lento, Gilbert se separó un poco de Anne para darle una vuelta y ella soltó una risita, en el momento de volverse a juntar Anne no pudo esperar más y lo beso. A Gilbert el beso lo tomo por sorpresa, pero luego de asimilarlo bien, respondió con gusto, juntando más sus cuerpos.

Los dos se separaron por el ruido de un claxon, ¡Era el autobús!. Anne y Gilbert se vieron a los ojos y soltaron unas carcajadas. Luego de todo, Gilbert se ofreció para acompañar a Anne hacia sus casa. El señor de el autobús les cobró más por haber subido empapados y por estar obstruyendo el lugar de parada. Al llegar a Green Gables los dos se despidieron con una sonrisa, una sonrisa que expresaba tantas cosas.

Anne entro a la casa y se recostó de la puerta cerrando sus ojos con fuerza y pellizcando su brazo. Marilla, que escucho cuando llegó se acercó a ver su hija.

- ¡Por el amor de Dios, Anne, ¿Por qué estás empapada? - pregunto horrorizada.

- Oh, Marilla creeme que nunca he disfrutado tanto haberme mojado en la lluvia - dijo Anne en un suspiro.

Marilla la miró como si fuera un bicho raro, solo negó con la cabeza y volvió a la cocina. Anne soltó una risita y subió a su habitación, sin dudas este había Sido uno de sus mejores días.

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•~ y aquí otro más porque si, me gustó la idea ajasj.

•~ tipo, son las cinco de la mañana y yo sin dormir, relax.

•~ ayudanotengosueño.

•~ meboy✨

Ger🌼

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓'𝐒 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora