el propósito de la poesía es embellecer sentimientos vacíos.
te ofrezco un poemario de bolsillo, para tiempos nostálgicos e injustamente pasajeros.
soy buena compañía para los silencios tras un suspiro desilusionado, con suerte mis letras sean un a...
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Mis huesos son de júpiter, vivo entre las nubes luchando por no sentar cabeza, mis brazos débiles como el sobreviven a rastras de lo prohibido, un chillido incrustado en mi oído ni me deja bajar la guardia, fui apurando en vano en las calles al mediodía.
Mis manos son peridot, las multitudes son una dificultad extremista, mi habla es tímida y mis palabras ruidosas, incluso si no puedo apreciarlas, en mi violín siento las mariposas cuando aplauden.
De vuelta en la atmósfera, con gotas de lluvia en mi cabello, las reglas parecen insólitas. Sabes que siempre tengo la razón, y mi razón es que no entiendo nada de lo que hago, pero cumplo con mi cometido al final del día.
Siempre en los malditos rastros de alguien, respirar por cada pequeña cosa que me sumerje, que me flota hasta casa. Busco piedras preciosas, necesito un vestido nuevo y un antifaz morado.
Las disculpas de verdad inician con un yo, las estrellas de cartón casi me roban el aliento, si sueño que te pierdo simplemente no es correcto. (¿Qué significa simplemente, incluso?)
De entre todas tus interpretaciones, la mía es la única que es rosada sin ser romántica. (La reina colateral, está dormida)
(¿De qué trata esto, en verdad?), esto no es para ti, no es una carta suicida y mucho menos una conmemorativa. No es sobre ella, no vale la pena leerla, sin embargo, lo hago para entender un poco mi propia vida.
¿Esperabas a Jorge Luis? ¿Pablo Neruda? ¿Sheakspeare? Escribí mis letras con tinta transparente, bordando lo obsceno, cruzando las fronteras de lo ideal, viviendo la existencia de Blondie, poesía surrealista cariño, ¡¡metete tus reglas por donde te quepan!!
