Johnny puso agua a hervir y miró el reloj, eran casi las once y media de la noche, hoy era miércoles también así que él pasaría. Se preparó una taza de café y fue a sentarse junto a la ventana que daba a la calle.
Desde que se mudó de Estados Estados, sus padres le compraron una casa tradicional en un barrio tranquilo y sofisticado, y aunque tiene un jardín inmenso al igual que unas grandes rejas, hubo un error en la construcción y una de las paredes de la ampliación quedó demasiado cerca de la vereda así que tuvieron que modificar las rejas y esa pared quedó expuesta, justo allí hay una ventana.
Una ventana en donde Johnny se sienta a estudiar porque va directo a la calle y le gusta ver pasar a las personas.
Y entre esas personas, todos los miércoles y sábados a la noche un joven de cabellos negros y ojos finos pasa.
Él—aquí está—rio Johnny, tomando asiento.
—¡¿por qué?! ¡¿por qué me castigas así?!—sollozó golpeando los árboles con su mochila, golpeando de paso la ventana—¡¿por qué mi vida es tan injusta?! ¡¿por qué me odias diosito?! ¡¿no merezco tu piedad?!
Él aparece borracho y maldice a todo el mundo, por algún motivo siempre se detiene justo en frente de su ventana, Johnny mantiene las cortinas cerradas pero la tela de éstas es fina y entonces puede verlo bastante bien.
—¡el abogado Jong es un idiota! ¡idiota! ¡idiota infiel!—el chico golpea la ventana con ambas manos y Johnny se espanta—¿por qué no me ama? ¿Por qué Ten no me ama? ¿Por qué? Mamá... mamá quiero... no tengo mamá... que idiota, lo olvidé—el extraño desconocido comienza a reír—¡ni siquiera me diste madre, estúpido dios! Mentira, no eres estúpido, lo siento, lo siento mucho...
Johnny le da un sorbo a su café y anota el nuevo dato, el chico ebrio no tiene mamá.
—ahhh, quiero llegar a casa y comer un tazón de ramen con un huevo frito—dice, bostezando—tazón de ramen mientras bailo lovey dovey. Ten, este baile sensual es para ti.—el chico empezó a reír alto y Johnny negó con la cabeza y una sonrisa.
El tal Ten lo rechazó a mitad de año, ese día el desconocido estuvo llorando en su ventana por una hora entera mientras deseaba morir y revivir para volver a morir.
El chico se va y Johnny mira su libreta, mañana tiene un examen temprano así que decide irse a la cama luego de ver su show favorito en Corea después de haberse mudado.
No hay muchas cosas interesantes en su vida, trabaja como editor y traductor de libros, esta escapando de sus padres actualmente, ellos están desesperados por casarlo, en Estados Unidos no hacía más que ir de cita en cita.
Esta aprendiendo japonés en una prestigiosa academia y le va bastante bien, come todas sus comidas y vive bien, uno de sus pasatiempos favoritos es ver al chico borracho pasear y quejarse por su ventana, el otro es tomar fotografías.
Cuando está acostado en la cama, a punto de apagar el velador, su celular comienza a sonar.
—mamá ya son casi las doce de la noche, me iré a dormir.
—¡tu padre consiguió vacaciones para navidad! ¡iremos a verte! ¡queremos verte y también queremos que conozcas a una persona! ¡es hija de un hombre que fue colega de tu padre!
—¡mamá!—Johnny sintió un fuerte dolor de cabeza.
—¿qué? ¡no es como si estuvieras saliendo con alguien!
—voy a cortar.
*
—¡Doyoung que seas un simple pasante no significa que tengas que hacer todo mal!—gritó el abogado Jong, tirándole en el escritorio un montón de carpetas—¡deja de olvidar tu maldito trabajo en el comedor! ¡maldita sea! ¡no podían contratar a uno más inútil!
