t r e s

1.1K 152 12
                                    

| Luke |

-¿Es que acaso no lo entiendes, Ashton? lo único que hice fue hablarle.

-Ya te lo he dicho, Michael es así. No es tu culpa que él decida odiar a todas las personas que se cruza, solo olvídalo.- me lanzó otra lata de refresco y la ataje de suerte.

-Es que no puedo sacarlo de mi cabeza...

-¿De que hablan?-preguntó Calum, otro de mis nuevos amigos, bajando por las escaleras.

-Michael.- respondió Ash.

-¿Que pasó?

-Luke no soporta el hecho de que Michael lo odie.

-No dije exactamente eso.-le reclame.

-Como sea.

-¿Hablaste con él? -me preguntó Cal sentándose a mi lado y asenti.- no deberías haber hecho eso.

-¿Porque?

-Antes él y yo éramos amigos, pero un día discutimos y terminé en el hospital.-tragué saliva.- Mejor alejate de él, es muy agresivo.

-¿Q-que te hizo?

-Me arrojó dos sillas a la cabeza y me atacó con otras cosas que no quieres saber. A menos que quieras tener pesadillas.-suspiró, quizá recordando lo que le había hecho el chico.-¿Pero sabes que? me alegra que Michael te odie, Luke, querrá esquivarte. Estarás mejor si tú lo ignoras también y ninguno se habla.

-Si, pienso lo mismo.- dijo Ashton.

-Uhh... de acuerdo.- respondí un poco nervioso.

¿Michael de verdad era tan agresivo como decían? digo, tiene pinta de ser un muchacho solitario y eso pero... no sé, es como que no lo veo capaz de hacer tal cosa. Pero en fin, si ellos dicen que me aleje, eso haré.

No quisiera salir lastimado, pero por otro lado...

Me gustaría acercarme más a Michael. Descubrir porqué es así con todos y ayudarlo.

Darle una oportunidad.

[...]

| Michael |

-Soy un estúpido. -dije para mí mismo.- hace frío y no me traigo ni un abrigo. Perfecto.

Salía del instituto y hacía tanto frío que hasta el mariscal de campo temblaba por lo poco abrigado que estaba.

Tuve que caminar hasta mi casa abrazado a mi suéter gris para no morir congelado o algo así. Aunque la muerte tampoco es algo que me de miedo, de hecho, las personas estarían mejor sin mí.

Claro, no vas a pensar eso dentro de unas semanas...-dijo Set.

-¿Nunca cierras tu maldita boca, verdad?- le respondí sin ningún grano de paciencia.

Todavía faltaban calles para llegar a mi casa y lo que vi en la esquina me hizo temblar, o quizá fue el frío. Si, debió ser lo segundo.

Luke Hemmings estaba sentado en esa esquina, ¡oh, que sorpresa! nótese mi sarcasmo. Ya estaba harto de encontrarme a ese rubio a cada lugar a donde iba. Incluso va a la misma biblioteca a la que voy yo, debe estar seguiendome, no puede ser todo una casualidad.

Maldije en mis adentros que su congelado trasero estuviera en esa lugar y cruze rezando para que no notara mi presencia. Pasé justo a su lado, y cuando creí que me había salvado, me resbalé.

Soy un idiota calificado, señores.

Él obviamente me escuchó y me miró por segundos. Reaccionó y me tomó del brazo para ayudarme a levantar, por lo que yo rechacé quitándolo de su agarre.

-Solo quería ayudarte. -susurró. Por un momento sus grandes ojos azules me parecieron los de un cachorrito y me dio mucha ternura su carita.

Espera, ¿que mierda acabo de decir?

-Está bien.-suspiré, ni siquiera yo creía lo que estaba por decir- gracias, Luke.-se sorprendió por la respuesta y me sonrió.

Por dios, miren ese piercing tan...

Te gusta su compañía, ¿eh?

-Claro que no, estúpido.

-¿Eh? ¿qué dices?- me preguntó el rubio confundido.

-Eh, nada, me lo decía a mi mismo.

¡Ja! gran excusa idiota. Te mereces un premio.

-Ah, okey.-bajó la vista a sus pies pensando algo y después me miró fijo.-¿tienes frío?

-No, en realidad siento que estoy en un desierto, tengo muchísimo calor.-dije sarcástico.

-Ya, solo pregunté.

-Y yo te respondí. - se río de mi respuesta, aunque yo me hubiera quedado con una expresión seria y después se quitó la chaqueta.

-¿Que haces?

-Pontela, estás temblando.-me dijo, lo cual era más que cierto pero no iba a aceptarla.

-No, estoy bien, quedatela.

-Vamos, insisto.

-No, te vas a congelar imbécil.

-Pero estás temblando, por favor.

-Agh, bueno.- me puse la chaqueta medio enfadado.- te la devuelvo mañana.

-Está bien, no hay problema. - sonrió.

-Uh... bueno, tengo irme. Adiós Hemmings.

-Adiós Mike.- realmente no me gustó que usara un apodo, pero no le dije nada porque de verdad me estaba congelando aún teniendo la chaqueta de Luke.

Cuando llegué a casa estaba exhausto, me tiré al sofá marrón y me quedé mirando el techo, imaginando, pensando...

Ni siquiera sé cómo le devolveré la chaqueta mañana. No quiero que vean que hablo con él. No quiero que me vean haciendo amigos.

Hoy lo trataste bien, quizá quieres que sea tu amigo.

-¿Luke? por favor, jamás sería su amigo. Solo estaba muriendo de frío y por eso no le hablé tan mal.

Claro, finjamos que te creo.

-Dios, nunca te callas. Dejame dormir.

Set aceptó y cerró la boca durante el tiempo suficiente para que pudiera, por fin, dormirme.


demons ✨ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora