CAPITULO 032

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Ahí fue donde tuve la valentía de decidir parar, con este dolor que me estaba dañando. Mientras te escribía, mis manos me temblaban y mis ojos ardían, quería llorar, gritar, pegarme contra la pared... Pero era inevitable ya que no estaba en el lugar adecuado para hacerlo así que, me aguante, seguí con mi decisión, ya que si no lo hacía de una vez, me arrepentiría con facilidad y seguiría con lo mismo.

Te amé en Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora