- 3 -

164 12 0
                                    

«𝐈'𝐥𝐥 𝐚𝐩𝐩𝐫𝐨𝐚𝐜𝐡 𝐲𝐨𝐮 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐭𝐥𝐲, 𝐰𝐢𝐭𝐡𝐨𝐮𝐭 𝐲𝐨𝐮 𝐤𝐧𝐨𝐰𝐢𝐧𝐠 𝐚𝐧𝐲𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠, 𝐈 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐭 𝐲𝐨𝐮 𝐰𝐡𝐞𝐧 𝐲𝐨𝐮 𝐧𝐞𝐞𝐝 𝐦𝐞»

Decidí que asistir al departamento de KyungSoo hyung era realmente una buena idea, era mejor que quedarme en mi departamento, siendo miserable y viendo las fotografías enmarcadas en las cuales salía con LuHan.

Cuando llegué, todos estaban ahí, todos menos él y lo agradecí con creces.

Reímos, bebimos y yo me olvide de todo por un momento, llegue a pie y volví en el auto de YiFan hyung porque estás ebrio Sehunnie, te dejare en tu departamento, me aseguraré de que estás seguro y me iré.

Parpadeé confundido al escuchar el sonido de la puerta de mi departamento cerrándose y de lo ebrio que estaba solo pude razonar que aquel había sido YiFan saliendo hacía su coche.

Cerré mis ojos recordando que tenía que deshacerme de mi incomoda ropa, sin pensarlo caí en un profundo sueño pero aún podía escuchar mi propia voz en mi mente queriendo despertar para cambiarme de ropa.

⊶ ⊷

— ­Hueles delicioso Sehunnie.

De nuevo esa voz, no podía moverme mucho menos abrir los ojos, sentía aquella persona sobre mí, podía sentir el rose de su nariz con mi cuello, podía sentir como tomaba fuertes respiraciones cómo si estuviera olfateándome y sus manos, sus obviamente grandes manos se encontraban sobre mi abdomen.

Vas a ser mío Sehunnie, no lo dudes.

Pude sentir como sus manos se dirigían a mi pantalón, este "ser" levanto mis caderas para sacarlo junto con mi ropa interior después de desabrocharlo, sentí como acerco su rostro a mi miembro y de la misma forma que había estado cerca de mi cuello, lo sentí en mi polla, joder, necesitaba moverme.

¿Quieres cooperar bebé? – sentí sus manos sobre mis rodillas – vamos Sehunnie, abre las piernas para mí.

Cómo si mi cuerpo lo conociera, mis piernas se abrieron sin protesta y después sentí su humeda y raposa lengua arremetiendo contra mi entrada mientras una de sus manos se encontraba en mi polla.

No podía con aquello, era demasiado al mismo tiempo.

Mi orgasmo llego sin aviso y pude sentir como las tiras de líquido blanco manchaban mi camisa aún puesta.

Cuando pude abrir los ojos al fin, lo único que pude ver de fondo la luz del sol saliendo y unos grandes, brillosos y hermosos ojos dorados observándome.

Cuando parpadeé, ya no estaban ahí.

Cuando quise moverme, lo hice y me di cuenta de que aún traía puesto mi pantalón, lo cual se me hizo de lo más jodido. Era imposible que aquello haya sido solamente un sueño, el contacto de aquel ser con mi cuerpo se había sentido real.

No era un jodido sueño.

⊶ ⊷

Claro que no fue un sueño bebé, sabes delicioso.

Pensé mientras veía a mi Sehunnie confundido sobre su cama, no podía esperar a hacerlo mío pero tenía que prepararlo un poco más, generalmente follo a mis victimas en sueños pero con SeHun era diferente, con él todo tenía que ser diferente aún no sabía por qué pero sabía, era más que consciente que tenía que follarme a SeHun en sus cinco sentidos, quería que todos y cada uno de ellos estuvieran conscientes de mí.

De mí estando sobre él, dentro de él, de mí adueñándome de todo lo que él era.

De él viviendo para mí y solo para mí.

⊶ ⊷

El cursor parpadeaba frente a mi esperando a que continuara con mi trabajo, llevaba exactamente – mire mi reloj – dieciocho minutos observado la pantalla, a la espera de que algo saliera de mi mente para el reporte de actividades de la semana de trabajo. Era imposible que algo saliera de mí, me encontraba pensando una y otra vez en aquello que me negaba a creer que fuera un sueño, era imposible se sentía tan real como el infierno y por Dios, no soy un crío calenturiento que se corre en sueños húmedos, me negaba a creer que era un simple sueño, porque aún después de horas seguía sintiendo su toque firme sobre mi piel y aún podía escuchar su voz en mis oídos, tan suave, sensual y jodidamente seductora.

— ¿Ya terminaste?

— ¡Joder, hyung! – pase mis manos por mi cara con desesperación - ¿En serio te es tan difícil tocar?

— Más respeto a tus mayores mocoso, el reporte se entrega en veinte, no lo olvides.

Y Así, sin más se fue, dejándome con la palabra en la boca como siempre, aunque se que trabajando bajo presión, trabajo mejor, era hora de tener una distracción y olvidar – por un momento – aquel sueño.

Cuando por fin entregue aquel reporte me encontré con la sorpresa de que ya era la hora de salida y por fin podría ir a casa. 

Firmé mi salida, me despedí de KyungSoo hyung y emprendí mi camino hacía mi departamento, sentía algo en mí, como sí algo fuera a pasar y me encontraba sumamente ansioso por aquello.

Cuando llegue a casa, abrí lentamente la puerta y me encontré con que todo estaba apagado, mire curioso alrededor, yo siempre dejaba una luz encendida, la que fuera para prevenir que se metieran al robar al departamento, siempre pensaban que había alguien sí las luces se encontraban encendidas. Justo recuerdo como antes de salir encendí la luz de la sala y ahora todo se encontraba obscuro, noté como aquel frío que me acompañaba a momentos estaba ahí también.

Bienvenido a casa Sehunnie.

Me congele aún con la puerta abierta, genial, había alguien en mi casa que sabía mi nombre y yo jodidamente no podía ver nada.

— ¡Voy a llamar a la policía! – Esperaba que mi voz se haya escuchado amenazadora, sino estaba muerto.

— Tranquilo bebé, no vengo a robarte, bueno, por lo menos no material – pude ver una sombra moverse lentamente mientras hablaba – no me temas, haré de tus fantasías realidad dulzura, déjame tenerte.

Y así, en un mili segundo, la puerta se cerro detrás de mí y sentí como aquel hombre enredaba su brazos en mi cintura y comenzaba a besar mi cuello.

¿Debería de tener miedo no? Mierda, se sentía jodidamente bien lo que quién sea que fuera estaba haciendo.

No te detengas.

Pensé mientras las manos de aquel desconocido se colaban por debajo de mi camisa acariciando mi piel y haciéndose un camino hacía mis pezones.

Eso es, entrégate a mí Sehunnie, nos vamos a divertir mucho, tu y yo.

­Me dio la vuelta y con la poca luz que se colaba por la ventana pude observar su rostro, sus ojos cafés con un brillo que prometía mil maravillas y aquellos pequeños pero carnosos labios.

Sin decir nada me levanto, enrede mis piernas en su cintura y sin preguntar nada me llevo hacía mi habitación, nos llevo a ambos hacia la cama y cuando estuvo sobre mí, la consciencia me pego de golpe, recordando que su voz era igual a aquella que me atormentaba en sueños.

— ¡¿Quién jodidos eres y qué pretendes?!

undercover ↠ 찬훈 ↞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora