Aunque el destino nos separo....................nos volveremos a encontrar a causa del mismo, un amor interminable creció dentro de nuestros corazones que ahora nuestros sentidos están perdidos en los ojos de ambos.
Un Hombre severo e inteligente el...
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Era una noche normal, el Aizawa estaba dormido junto a su dulce esposa la cual tenía un debate mental en ese mismo instante, actualmente tenía un año y cuatro meses de casada con su esposo, cuatro meses de estar embarazada.
-Shota-kun estas despierto —pico con su dedo índice la mejilla del mencionado el cual frunció el ceño para abrirlos ojos con pesadez —
-No lo estaba —fue lo que salió de los labios de este para sentarse y ver a su esposa—
Sabía perfectamente porque su esposa lo había levantado a las 2 de la mañana los antojos habían empezado.
-¿Que es lo que se te antoja ahora? —pregunto mientras salía de la cama acomodando sus cabellos con una coletilla —
-Quiero un emparedado de atún con mermelada de fresa —el azabache si no estaba despierto del todo ahora si lo estaba —
-¿Estas bromeando verdad? —la rubia negó con la cabeza, este solo soltó un suspiro —《Si esto es el comienzo de sus antojos no me imagino más adelante que me pedirá》
Y vaya que tenía razón, ya que los lindos antojos de su esposa se volvían cada vez más extraños, con el pasar de los meses.
6 meses
Su esposa y el estaban en la cama cuando esta se acerco a el de una manera extraña pasando su dedo índice por todo el pecho de él con una sonrisa, este solo arqueo una ceja.
-Hey Dady tengo hambre —su tono de voz era diferente —
-Iré a prepararte algo —estaba a punto de ponerse de pie pero esta lo jalo del brazo haciendo que se sentara en la cama—
-Pero no hambre de comida cariño —le susurro en la oreja de una manera sexy la rubia —
El azabache trago en seco para luego voltear la a ver totalmente perplejo por el pedido de la ojichocolate.
-Quiero que me lo hagas tan duro hasta que no pueda caminar por una semana —Okay ahora si no sabía que decir—
Pero como era de esperarse este cumplió el pedido de T/N , ambos estaban en la cama exhaustos, la rubia con una sonrisa de satisfacción; mientras que el azabache estaba más sorprendido de lo que habían hecho.
-《 No siento mis piernas..》—al final el que no pudo caminar bien fue el —
