XXXVI

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- gracias por ocuparte del funeral de Nancy. - dice Bright mientras caminaban hacia en donde se encontraba la habitación de Azul, Win se había encargado del funeral y entierro de Nancy y del chofer, quienes perdieron la vida en aquel trágico accidente.

- es mi deber. - dice Win, con la cabeza gacha, no podía ver a su jefe a los ojos por vergüenza a lo ocurrido en el estacionamiento.

- es una niña muy fuerte, ha respondido muy bien al tratamiento. - era el médico hablando con la familia de Azul, Bright y Win se acercan al médico. "¿tan poco te duró el amor por ella?" pensó Bright sorprendido al no ver a Mew en ese lugar.

- está fuera de peligro, solo queda esperar a que despierte, pero eso lo hará fuera de la habitación especializada, la trasladaremos a otra habitación. - explicó el médico. La felicidad en ambos padres se pudo reflejar en los rostros, puesto que resplandeció al escuchar la noticia.

- se recuperará pronto. - dijo Win apoyando la mano en el antebrazo de Bright. Bright asintió con alegría y tomó la mano de Win, pero la apartó en cuanto notó la mirada de Gulf sobre ellos.

- hijo, deberías ir a casa a descansar, te ves agotado. - habló Tulay, pero Gulf negó. - Azul está cada vez mejor, te harás daño. - insistió.

- quiero estar cuando ella despierte, ¿qué pasa si se despierta y no...? -

- mamá tiene razón, debes descansar. - esta vez fue Bright quien habló, mientras se acercaba a Gulf.

- pero Azul... - indica Gulf.

- no la dejarás sola, yo cuidaré de Azul y tu... cuida de mi hijo. - dijo Bright con un rostro serio, arrugó la frente cuando Gulf estaba por insistir en quedarse, acción que a Gulf le hizo entender que no había otra opción, más que ir a casa a descansar.

- vamos, yo te llevo a casa. - habló Mild, quien se encontraba en el hospital.

Gulf asintió. - por favor, cuida de ella. - le indicó a Bright, aunque estaba de más pedirlo, Gulf sentía la necesidad de hacerlo, puesto que Bright estaba molesto.

Gulf se despidió y se dirigió a su casa en compañía de Mild.

- ¿estás bien? - pregunta Mild, ya que Gulf no había dicho ni una palabra en todo el viaje del hospital a casa.

- últimamente no he estado bien, no me reconozco al mirarme al espejo, ¿en qué momento me he convertido en esto? - dice Gulf en un estado melancólico.

- Gulf...-

- gracias por traerme, quiero descansar... vete. - habla Gulf y se dirige escaleras arriba, dejando a su amigo en la puerta.

A la mañana siguiente, Gulf tomó un baño y se preparó para ir de vuelta al hospital. Descansar sobre una cama cómoda le hizo bien. Estaba por salir, cuando la puerta de la habitación se abrió, se sorprendió al ver a Bright entrar.

- ¿a dónde vas? - pregunta Bright al ver a Gulf ponerse su abrigo.

- al hospital. - indica Gulf.

- tomaré un baño, espérame, iremos juntos. - dice Bright y se dirige al cuarto de baño. Gulf se quedó sentado a la orilla de la cama, esperando por Bright.

Bright salió del cuarto de baño con una toalla alrededor de la cintura, como siempre solía hacer; Gulf apartó la vista, en numeradas ocasiones había visto la desnudez Bright, pero esta vez sintió timidez al verlo.

- ¿has comido? - preguntó Bright una vez vestido. Bright sonrió cuando Gulf asintió. - bien, vamos. - toma a Gulf de la mano.

- quiero el divorcio. - esas palabras hicieron que Bright soltara la mano de Gulf.

- ¿qué? - Bright estaba confundido.

- ya no puedo con esto, quiero el divorcio. - indicó Gulf.

- no, no quiero divorciarme, no voy a divorciarme. - dice Bright, abrazando a Gulf.

- sé muy bien lo que dice el contrato, el que pida el divorcio, lo pierde todo. No te preocupes, que yo seré el demandante y todo lo que me corresponde pasará a tu nombre. - explica Gulf. El agarre de Bright era fuerte.

- no es por el estúpido contrato, te quiero a ti, y a nuestros hijos. - Bright tomó a Gulf de los hombros.

- ¡Bright, hay posibilidades de que no sea tuyo! - indicó Gulf.

- no me importa, te amo a ti y todo lo que tenga que ver contigo... llámame estúpido, pero Azul y el que esperas son hijos míos... - dijo Bright con un nudo en la garganta.

- ya no quiero lastimarte, no mereces esto. - dice Gulf.

- ¿qué pasa si es mío? - pregunta Bright.

- yo... no lo sé. - dice Gulf apartando la vista de Bright.

- no te darán el divorcio por tu estado, usaré el embarazo como excusa, ningún juez lo hará. - indica Bright.

- ¡entiende que hay posibilidades de que sea de Mew! - dice Gulf apartándose de Bright.

- puedes hacerte una prueba, si eso te tranquiliza, pero quiero pretender que no pasó nada. - insiste Bright. - hablaremos de esto después, Azul nos espera. - Bright toma la mano de Gulf, guiándolo a la puerta.

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- estás aquí... - habla Kaownah somnoliento, al ver a Mew entrar. - ¿cómo está todo en el hospital? - pregunta.

- todo bien. - Mew niega con la cabeza al ver a Kaownah cubierto de pies a cabeza con una manta, parece que se había divertido la noche anterior.

- ¿has hablado con él? - a Kaownah le ganó la curiosidad.

- no... está muy estresado y preocupado por Azul, no quiero molestarlo y preocuparlo más, hablaremos cuando esto haya pasado. - explica Mew.

- baja la voz. -

- además, Bright no me deja estar mucho tiempo con Azul y mucho menos me deja acercarme a Gulf, ¿qué le pasa? - Mew se molestó al recordar.

- baja la voz. -

- ¿qué cree que hace? no lo deja respirar tranquilo y a mí tampoco, diciendo que el hijo que espera es suyo, cuando en realidad es mío... -

- ¡ya cállate, me duele la maldita cabeza! - grita Kaownah. - al entrar por esa puerta, lo único que haces es hablar, tu voz de pito me enferma. -

- ¿quién preguntó? además, deberías dejar de jugar, ir a fiestas y emborracharte. - habla Mew.

- ¿por qué debería de dejar de hacerlo? el que se acaba de convertir en padre eres tú, no yo. - dice Kaownah mientras se acurrucaba en el sofá. - no soy como tú, de estúpido y aferrarme a solo una persona. -

- han pasado años y no logro entenderte, talvez cuando tengas hijos... -

- ¡no seas estúpido!, Bright se acuesta con él todas las noches y contigo solo lo hizo una vez. - Kaownah estaba enojado, pero trata de hacer que Mew entre en razón, aunque nunca lo escuche, quería intentarlo una vez más.

- ¿qué certeza tienes tú de que lo hacen cada noche? - dice Mew molesto con Kaownah.

- son marido y mujer, es normal que lo hagan. - Kaownah soba su cabeza, estaba cansado de siempre discutir con Mew, tratar de hacerlo razonar, pero Kaownah siempre salía perdiendo.

- tonterías. - dice Mew dirigiéndose al refrigerador.

- ese hijo no es tuyo. -





NO TODO ES FÁCILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora