MI MEJOR AMIGO

CAPITULO IV

Win se ruborizó con el sólo hecho de pensar que quizás no estaba escuchando mal, su amigo sentía, tenía sentimientos por él.

—Entonces quieres ser el de arriba ¿Eh?.

El tono burlón de Bright enfureció a Win e hirió aún mas el orgullo ya hecho jirones del chico. Sus pequeños puños se cerraron a los costados, sus ojos chispeaban con furia.

—Si, puede que si, podría ser el activo, ¿Tu que sabes?.

—Se que nunca serias feliz siendo tú el que está a cargo.

Win lo miró sorprendido y enojado y más que un poco ofendido. Su boca cayó abierta por el momento, pero luego la cerro mientras miraba con labios temblorosos a su mejor amigo, de alguna manera se sentía terriblemente traicionado.

Bright cerró la distancia restante,moviéndose de manera que sólo había unos pocos centímetros de aire entre sus cuerpos. Bright paso el pulgar por su tembloroso labio inferior, su mirada ardiente.

—No mocoso, lo que necesitas es que tome el control y te obligue a enfrentar la verdad de tus propios deseos.

La cara de Win se tornó roja y dejó caer los ojos, incapaz de mantener el intenso duelo de miradas al que Bright le arrastró, todo su cuerpo hormigueaba con las palabras que su amigo había dicho.

Se sentía caliente y excitado y tan avergonzado, Win  trató de alejarse de él, pero Bright no lo dejó escapar, sacó sus brazos en su lugar envolviendo la cintura de Win y presionando fuertemente sus cuerpos juntos.

Win forcejeó salvajemente.

—¡Bright déjame ir!

—No— respondió Bright en voz alta, sobresaltando a Win sacándolo de su rabieta.

—No está vez.

El chico mayor lo presionó contra la pared, capturando ambas muñecas y deslizandolas hasta que estaban clavadas a la pared a cada lado de su cabeza, sus cuerpos se presionaron tan estrechamente que Win podía escuchar el latido del corazón de Bright latir a ritmo desigual al suyo, balanceo su pelvis hacia delante y Win sintió su dureza contra su vientre, Bright también estaba excitado, incluso más que él, los ojos de Win se dispararon hacía los suyos, esas profundidades doradas estaban llenas de deseos pero también vacilaban con duda que se hacía eco en el corazón de Win.

—¿Tienes miedo? ¿de mi, de esto?
Bright susurró.

Win asintió con la cabeza estaba aterrorizado pero también emocionado con la esperanza que inundaba su pecho, él otro chico sonrió gentilmente...

—Sabes...yo también, pero no retrocedere ahora.

Con facilidad se inclinó y colocó a Win sobre su hombro, boca abajo como si fuera un saco de patatas Win chilló con indignación.

—¡Bright,  bajame!

—De ninguna manera.