Nombre ⟨Drabble⟩

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El día siguiente tras la muerte de Farlan e Isabel, Levi visita la oficina de Erwin Smith. No por una razón en específico, tan solo quería pasar por ahí en un intento de distraer su mente.

—No tiene sentido que llames a la puerta si vas a entrar de todas formas—Dice Erwin quién estaba revisando unos documentos sentado en su escritorio, Levi por su parte se sienta en una silla frente a él.

En silencio, Erwin sigue a lo suyo, dando por hecho que Levi no vino a charlar precisamente. No llevan mucho tiempo conociéndose pero Erwin siente que puede leerlo como un libro abierto; en el fondo Levi no es tan misterioso como le gustaría aparentar.

—¿De quiénes son todos esos nombres?—Pregunta Levi mientras descansa su barbilla en una mano.

—De algunos reclutas.

—¿Reclutas muertos?

Erwin asiente con la cabeza, levanta su mirada para observar más detenidamente al pelinegro. Hay cansancio en sus ojos, cansancio, tristeza y frustración. Una mirada no debería cargar con tantos sentimientos dolorosos.

—¿A qué has venido?—Pregunta Erwin.

—No lo sé...anoche no dormí nada.

—¿Quieres dormir aquí?

—No, yo...—Pero Levi no tiene intención de acabar la frase, por lo que Erwin, una vez más, tendrá que averiguar que le pasa por la cabeza.

—Levi, ¿quieres ver el nombre de tus amigos?

El hecho de que Levi levantara la mirada significa que ha dado en el blanco. Erwin le tiende el documento. Levi extiende su mano pero duda al último segundo y niega con la cabeza.

—No, no quiero verlos ahí, siendo del montón.

—Ningún nombre es del montón, ellos serán recordados gracias a tí.

—¿Entonces debo seguir torturándome en vez de olvidarlos?—Las palabras de Levi están apretadas, se niega a quebrarse delante del comandante. Suficiente rencor tiene en su pecho como para permitir que este hombre lo vea autoflagelarse.

—Tú nunca vas a olvidarlos, entonces si, es tu deber recordarlos y sufrir por ello.

—¿Tú sufres al recordar?

Erwin guarda demasiadas muertes en su consciencia, y todas ellas vuelven por las noches para atormentarle. Sus fantasmas le esperan en el infierno.

—Si, todo el tiempo.

El silencio los envuelve unos segundos. Entonces Levi toma el documento y sus ojos viajan entre los fantasmas hasta dar con ellos: Farlan Church, Isabel Magnolia.

Muertos desde ayer, devorados.

—Dime porque necesitaba leer sus nombres—Añade Levi mientras deja el documento en el escritorio.

Si Levi está preguntando eso es porque ni él mismo lo sabe.

—Quizás...querías verlos ahí, entre los demás, eso haría de tu dolor algo no tan especial porque todos aquí sentimos lo mismo.

—O quizás...

—O quizás querías castigarte recordando sus muertes.

Levi se siente inútil al no poder reconocer sus propias emociones, y que sea Erwin quién le esté diciendo que sentir le hace sentir vulnerable. Este hombre tiene respuesta a todo...

—Me quedaré, aquí en la Legión—Responde Levi antes de levantarse y caminar hacia la puerta, y antes de salir dice un último comentario—Si yo también formo parte de esa lista...¿me recordarás?

—Por supuesto.

—¿Y sufrirás al hacerlo?

—Si, sufriría todo el tiempo.

Entonces Levi sale de la habitación. Ahora él también tiene fantasmas que rodan por su cabeza.

En mitad del pasillo, Levi jura que aquellos fantasmas los apartará para seguir adelante. Y no sólo los suyos, también los de Erwin. Porque aquel hombre es la clave, él es capaz de dirigir a los fantasmas hacia una libertad todavía inexistente, pero que él lo vuelve posible.

Fin

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