you are afraid to be loved

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Izaya deambulaba por las calles de Ikebukuro, era pasado el atardecer y las luces se prendían una a una como si iluminaran su camino, esto puede ser todo excepto una metáfora, mientras Izaya se dirigía a la estación para volver a su departamento su camino no se iluminaba, este más bien parecía más opaco a medida que se alejaba.

Sí. Él había contratado a aquel hombre para que apuñalara a Shizuo, les dijo por que estación estaban y justo cuando Izaya se encontraba hablándole al rubio, el otro podía actuar. Izaya dudó en un principio que Shizuo bajara tanto sus defensas, pero supuso que un monstruo como él también tiene sus debilidades.

—Ah. Shizu-chan... no es un monstruo.

Todas las personas tienen debilidades.

El pensar en como el rubio bajaba sus defensas a su alrededor lo incomodaba. Era absurdo creer que ellos dos habían estado esas últimas semanas, desde que Izaya volvió a Ikebukuro, saliendo y reuniéndose para hacer nada en general, quizás una que otra discusión, dormir juntos, peleas inofensivas, besos compartidos, abrazos y contacto físico, quizás demasiado para su propio gusto.

Izaya no quería esa clase de contacto físico en la que Shizuo lo toca como si tuviera miedo de romper sus huesos a sabiendas de que antes lo ha hecho y ha disfrutado el lastimarlo. Izaya no quiere que estos nuevos malos hábitos reemplacen los antiguos porque entonces Shizuo dejará de ser Shizuo.

—Tú... realmente no quieres perder contra Shizuo ¿no?

Simon se encontraba al frente suyo, las luces detrás de él hacían contraste con su silueta y su sombra era más grande. Izaya recordó esa noche en la que Simon lo golpeó y le dejó un ojo morado. Sonrió por el recuerdo.

—Ah Simon, que alegría verte.

Celty relataba lo que había visto y escuchado a Shinra. Había seguido cuidadosamente a Izaya ya que él nunca se trae algo bueno, además tenía la intención de charlar con él por un rato, preguntar porque Shizuo le había pedido que lleve un terno a su departamento, si habían peleado, cuál era la ocasión; ella no quería meterse en sus vidas pero después de tanto tiempo uno aprendía a no fiarse del informante por nada del mundo. Al verlo con Simon no tuvo más decisión que regresar a su departamento.

Shinra por otro lado le contaba lo que había sucedido con Shizuo. El humo de Celty revoloteó en sorpresa mezclado con enojo y se puso su casco nuevamente con la intención de visitar al rubio que se encontraba malherido en el hospital. Sin embargo, Shinra la sujetó de su muñeca y sin necesidad de palabras ella dejó relajar sus hombros y apoyó su espalda por completo en el sillón.

Era difícil deshacerse de los antiguos hábitos.

[ Pensé que ya habían dejado eso. Realmente me sorprendió ]

—Sabes que Izaya es alguien complicado. ¿No hablaste con él, no?

[ Iba a hacerlo pero Simon se acercó a él y empezaron a hablar por lo que no quise interrumpir ]

—¡Ah, Celty! Siempre pensando en los demás. ¿Qué cara tenía Izaya?

[ ¿Su cara usual de imbécil manipulador que disfruta del sufrimiento de las personas a su alrededor? ]

—Entonces si considera a Shizuo una persona, después de todo. Sabes, Celty, Izaya es un experto fingiendo sus expresiones. Estoy bastante seguro que en nuestros días de escuela él llegaba tarde a clases por estar de más en el baño de su casa al frente de su espejo practicando sus expresiones —se burló Shinra.

[ Eso... dudo que él haya hecho algo como eso ]

—Es divertido si lo piensas pero no sorprendente, al menos no para mí. Izaya es una persona tan frágil, podría decir que es la persona más frágil de todo el mundo, él no quiere ser lastimado es por eso que lleva siempre esa fachada de tipo duro y desalmado. También por la misma razón está tan acostumbrado a poner una barrera alrededor suyo al momento de hablar con alguien. Izaya es tan cuidadoso con la imagen que ven los demás de él. ¿No te esperabas eso no? De la misma forma, evita hacer conexiones con las personas para evitar salir herido, ya que si a estas personas les sucede algo su corazón se rompería y perdería la razón.

[ Siento que me estás presumiendo que tan bien conoces a Izaya ]

—No te preocupes Celty, no tienes que estar celosa de Izaya, sabes que eres la única a la que amo más en el mundo y eso no cambiará —Intentó abrazar a la Dullahan pero ésta rápidamente lo apartó y empezó a tipear avergonzada.

[ ¡N-No digas esas cosas de la nada! ]

Hace dos años Izaya se había resignado y creía que no vería el día en el que volvería a caminar. Recordaba aquella fatídica noche y el dolor volvía a su cuerpo, sus huesos quebrándose, las energías dejando su cuerpo, una vista casi borrosa, solo enfocada en el rostro de Shizuo y como se acercaba a él. Su cuerpo temblaba ante el recuerdo y de pronto se sentía incapaz de sentir sus brazos, sus piernas, le aterraba, no poder moverse. Izaya tomó uno de sus cuchillos y esbozó una sonrisa, sudor frío bajando por su espalda, mientras el cuchillo apuntaba a sus piernas quietas reposando.

—¿Qué haces?

Shizuo tenía que tener un don para ser tan inoportuno.

—Shizu-chan... No recuerdo haberte dejado pasar, tampoco que hayas tocado la puerta. ¿Sabes al menos modales básicos? Solo los pervertidos entran a las habitaciones sin tocar la puerta. Como siempre excediendo mis expectativas —Izaya encogió los hombros y Shizuo agarró su cuchillo partiéndolo a la mitad, dejando por un descuido que el filo roce su piel haciendo un fino corte.

—Shizu-chan me tienes que reponer eso... y esto —dijo señalando sus piernas y soltó una risotada. El rubio lo observó desorientado mientras Izaya reía escandalosamente y sostenía su estómago.

—Lo haré —respondió segundos después cuando Izaya quedó en completo silencio. Su expresión hacía parecer que hablaba en serio.

Simon no dijo ninguna palabra, no dijo nada por un rato, Izaya estaba a punto de seguir su camino pero rara vez era el ruso quien lo buscaba, esto ni siquiera sucedía y le picaba la curiosidad al saber que tanto quería decirle.

—¿Qué pasa. Simon?

—Lastimaste a Shizuo de forma que sabías que no le harías daño. Te has ablandado, eso es bueno o quizás hay una razón detrás de eso.

El informante rio de forma falsa y ruidosa, puso una cara seria y alzó una ceja.

—Simon, no está bien suponer cosas de la gente, es irrespetuoso.

—Tú dices odiarlo y te quejas de ello sin darte cuenta que es el único quien te puede hacer sentir tanto —Simon dio unos pasos aproximándose al informante, caminó hasta estar al frente suyo.

—No. Shizu-chan es un ser humano más por lo que he llegado a amarlo —respondió cruzándose de brazos.

—Es cierto que Shizuo es un ser humano pero no lo amas de la forma en la que amas a todas las personas, si pudiera elegir una palabra solo para Shizuo sería odio, quizás una obsesión, algo más como una necesidad. Si amaras a Shizuo entonces él sería alguien más del montón para ti y tú sabes que no es así. Shizuo simplemente no es cualquier persona, él es más que eso.

—Un monstruo —dijo Izaya casi en un susurro, mordiendo las palabras y haciendo rechinar sus dientes con frustración.

—Es como si te mintieras a ti mismo. Después de todo, tú nunca quisiste aceptar que Shizuo es uno más de tus adoradas personas. Te gusta pensar que él es un monstruo porque quizás sea la única relación genuina con la que cuentes en toda tu vida —Simon se inclinó hasta llegar a la altura del oído de Izaya y dijo— Tú quieres que Shizuo te odie porque te da miedo ser amado por él.

Con estas palabras dichas y la verdad asfixiando a Izaya, Simon se despidió y alejó en la dirección opuesta dejando al informante solo bajo la noche sin estrellas y las luces que vagamente lo iluminaban.

a twisted love [shizaya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora