Consejos de redacción para escritores novatos y no tan novatos

1. La oración

Cuando empezamos a escribir, queremos saltarnos todo el aprendizaje y lanzarnos directamente sobre las páginas en blanco, lo que sería el equivalente de lanzarnos del avión sin saber abrir el paracaídas. Siempre que alguien me pide un consejo para mejorar su redacción, le sugiero empezar por analizar la oración.

Si no sabemos escribir correctamente una oración, no podremos hacer nada. La oración es lo primero que debes conocer y dominar, porque tus historias se formarán con cientos de oraciones, y si no logras dominar este pequeño elemento, entonces ¿cómo esperas escribir un libro?

En esta ocasión le daremos una repasada rápida a la estructura de las oraciones:

· La oración se compone por: sujeto + verbo + complementos.

Ejemplo:

· María tiene veinte años.

En esta oración simple, "María" es el sujeto, podemos localizar quién es el sujeto preguntando "¿quién desempeña la acción?", en este caso preguntaríamos "¿quién tiene veinte años?". Por otro lado, "tiene" es el verbo o núcleo del predicado, uno de los elementos claves en la oración; podemos localizar el verbo preguntando "¿qué hace el sujeto?". Y "veinte años" es el complemento; una forma rápida de saber cuál es el complemento es a través de otra pregunta, en este caso "¿qué tiene María?".

· María [sujeto] tiene [verbo] veinte años [complemento].

El sujeto y el verbo son los elementos más importantes de una oración, ya que, aunque a veces el sujeto aparecerá de forma tácita (ejemplo: después de todo, se comió todos los tamales), debemos tener en cuenta que este siempre está allí y tenemos que saber cuándo es necesario evitar repetirlo (ejemplo: María tiene veinte años; siempre nos está diciendo su edad).

Recuerda que el sujeto siempre debe coincidir con el verbo: Si el sujeto está en singular, el verbo debe ir en singular. Ejemplo:

1. Correcto: María, la de ojos bonitos, bailaba muy alocada.

2. Incorrecto: Los hombres de sombreros rojos bailaba como loco.

¿Cuál es la relevancia de este tema? Se los muestro con dos ejemplos, uno de ellos tiene las oraciones escritas correctamente, mientras que el otro presenta los errores típicos de un escritor novato:

1. Emilia tenía ojos verdes y una mirada penetrante que te llegaba al alma, pero ella no tenía alma. Emilia estaba muerta por dentro.

2. Los niños que bailaban como locos en el salón. El salón verde que estaba al final de la escuela.

En el primer ejemplo vemos tres oraciones bien hechas, todas tienen sujeto, verbo y complementos. Mientras que en el segundo ejemplo tenemos dos enunciados sin un verbo principal; recordemos que los verboides (infinitivos, participios o gerundios) no siempre cumplen la función de verbo en la oración, muchas veces ayudan a complementar al sujeto.

¿Por qué necesitamos oraciones bien construidas en nuestras historias? Las oraciones bien hechas ayudan a que tu historia tenga ritmo, coherencia y sentido. Cuando nos encontramos con un montón de frases, el lector puede perder el hilo de la historia, ya que la falta de acción hace que se entorpezca la trama.

Recapitulación:

1. Una oración se compone por sujeto, verbo y complemento.

2. El sujeto siempre debe coincidir con el verbo.

Y un plus:

¡Jamás debemos dividir el sujeto del verbo con una coma! Por más largo que sea el sujeto, jamás debemos poner comas entre sujeto y verbo (a menos que se traten de comas parentéticas o explicativas). Ejemplos:

Correcto:

· El niño de camisa roja y enormes pestañas corrió directo al río.

· Ana María, la hija del presidente, no tenía idea de lo que decía.

· Julio, Hermes, Pedro y Rodolfo comían naranjas todos los viernes.

Incorrecto:

· Quienes vivían al sur de la ciudad de Monterrey, fueron desalojados.

· Absolutamente todos, conocían a mi mamá.

· Juana la iguala, Barney y Bananas en pijamas, eran programas para niños.

Otro plus:

Recuerda que las oraciones no deben medir más de tres renglones (de Word).

¿Tienes alguna duda sobre este tema? Deja tu pregunta en los comentario y con gusto te responderé.