✞Hand in glove✞

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Una tarde tranquila después del trabajo, Josuke se encontraba en la sala principal de su hogar acostado en el sofá mirando hacia el techo, con una gran sonrisa en la cara, no sabía porqué la tenía, sólo la disfrutaba, después de un rato se levantó y se acercó al altar que su madre y él habian contruido para su abuelo, que lamentablemente falleció injustamente, hizo una reverencia ante éste y rezó rápidamente unas oraciones, observó la fotografía en silencio y unas lágrimas inconscientemente se deslizaron por sus mejillas.

- Ojalá estuvieras aquí, con nosotros, no sabes cuánto te extrañamos mí mamá y yo, recuerdo muy bien cuando me dijiste de pequeño, que querías estar presente en todos los aspectos de mi vida, siempre dándole mucha más importancia a cuando me interesara en una chica, te juro que tú serías  la primera persona a la que le contaría sobre ella, _____, es tan hermosa, cada vez que la veo siento un cosquilleo en mi cuerpo y me hace sonrojar cada vez que me mira, el otro día fuimos a pasear a la orilla del océano- suspiró recordando- ¿qué opinas? tu nieto es todo un galán- rió con tristeza cabizbajo, se limpió sus pequeñas lagrimitas y volvió a esbozar una sonrisa- abuelo, creo que me estoy enamorando-

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- Vamos Jojo ¿cuándo nos presentarás a tu mujer?- Yukako preguntó, se notaba muy interesada en el asunto, el porqué no lo sabemos, bueno un poco si- de verdad quiero saber cómo luce... ¿tendrá más trasero que yo?- esto último lo dijo para si misma, pero Koichi la oyó y éste negó con la cabeza mientras acariciaba su hombro con cariño.

Josuke se empezaba a arrepentir de haberlos invitado a su casa a pasar el rato, sinceramente cuándo se ponían así, su lado más oscuro y diabólico salía a relucir, no le gustaba ser humillado ni el centro de atención de las conversaciones en grupo.

- Está bien, algún día de estos, tal vez, sólo tal vez, puedan conocerla, pero no me sigan haciendo bromas o me pongo serio- amenazó mientras sacaba su stand, creyendo que así los asustaría.

- Uy que miedo- Okuyasu respondió, iba a seguir hablando pero el sonido del teléfono viejo que tenía Jojo empezó a sonar, todos se quedaron mirando y se acercaron para ver quién era, suponían que debía ser sólo una persona. Josuke hizo un gesto para que guardaran silencio.

- ¿_____? Hola ¿Cómo estás?- hablaba un poco nervioso, era entendible, todos sus amigos lo rodeaban aguantándose las risas- ¿sí? ¿Que nos juntemos mañana en la tarde en la plaza? pues claro ¿a las siete de la tarde? me parece bien, nos vemos entonces,  cuídate- colgó rápidamente poniéndose una almohada en su cara, sus amigos se reían y le hacían cosquillas, al fin y al cabo, jamás los cambiaría por otras personas, los amaba así.

-Al otro día-

Josuke sentía que las horas de su jornada pasaban lento en su maldito trabajo agotador, aunque fuera época de verano se lograban ver unas nubes grises en el cielo, clara señal de que caerían sobre Morioh algunas gotas más tarde.

- Parece que va a llover ¿no tienes miedo de que tu pelo se arruine?- Jojo lo miró al instante, tenía razón, Tim siempre tenía la razón en todo, no podía dejar que _____ lo viera de esa forma, su estilo de cabello era lo más reluciente en él, no permitiría que se estropeara- cuídate viejo- Tim terminó su turno dejándolo completamente solo.

Al terminar su turno se fijó en la hora, faltaba poco para las siete, no tuvo tiempo de arreglarse ni un poco, lo que lo apenó un poco, pero aún así emprendió el viaje para verse con _____.

Al llegar al punto en dónde se habían puesto de acuerdo en juntarse se situó debajo de un tejado de un negocio en frente de la plaza para cubrirse de la lluvia, al verla muchos recuerdos vagaron por su mente, justo en ese lugar había conocido a su sobrino Jotaro y también recordaba aquella tortuga que lo asustó un poco, eran buenos recuerdos sin duda, pronto llamaría a Jotaro para ponerse al día y preguntar por la familia.

Lo que lo sacó de sus pensamientos fue el sonido de la bicicleta de _____, quizás para otros suene igual que una corriente, pero para Josuke, para él era un sonido mucho más suave y melodioso.

- Hola Josuke... lo lamento mucho, no pensé que con éste clima de verano se largaría a llover justo hoy, pero no es tan fuerte, así que podemos ir a un lugar que nos cubra de ésta molesta llovizna- lo tomó del brazo pero Jojo no se movía.

- No quiero... Ejem, no quiero que me veas con mi pelo desarreglado, me avergüenza- miró hacía el suelo observando las hermosas botas de la muchacha en frente de él, no quería sonar cursi pero todo de ella lo encantaba de una forma inexplicable.

- ¿De qué hablas? Tu pelo es muy hermoso, de todas las formas que sea, ven por favor y salgamos a dar una vuelta- se miraron a los ojos y ambos se ruborizaron, Josuke notó en la mirada de la mayor una leve tristeza, cosa que le preocupó.

- Hey está bien, pero no le cuentes a nadie que me viste con el pelo de esta forma ¿Qué dices de unas carreritas a la orilla del río?- propuso éste para animar a la chica, ella aceptó con emoción y volaron en sus bicicletas, las gotas chocando en sus caras, el cielo nublado, acompañándose el uno al otro, una escena romántica que cualquiera quisiera recrear con su persona amada.

La carrera la ganó _____, por el hecho de que el peliazul trató de esquivar un charco de barro en vez de pasar sobre él, un error costoso, al llegar se quedaron parados debajo de un árbol, claramente no se podían sentar, estaba mojado, se encontraban juntos mirando el agua del río correr con fuerza.

- Mis padres quieren mandarme a estudiar afuera de Morioh, a unas universidades que quedan bastante lejos- habló en tono alto _____, Jojo sintió una contracción en su corazón, una sensación extraña, de dolor- hace unos meses créeme, estaba considerando esa opción- la muchacha fue interrumpida por el chico de ojos azules.

- Pero... hay universidades por acá cerca, quizás no sean las mejores pero, pero, pero pueden ayudarte de todas formas- La miró preocupado, sentía un nudo en su garganta, trataba de aferrarse a su bici como podía.

- Lo sé, eso lo tenía muy en cuenta, pero la idea de mis padres parecía buena ya que sentía que aquí en este lugar no tenía motivación, de hecho tuve momentos bajos, en donde ni siquiera quería salir ni ver el mundo, hasta que encontré la razón por la cuál quedarme en este lugar- ella lo miró esperando que él también lo estuviera haciendo, pero en su lugar estaba encogido de hombros mirando como las gotas del cielo chocaban contra el suelo- Oye tranquilo, me quedaré y tengo una buena razón- sonrió y Josuke se giró con emoción al oír lo que ella acababa de decir.

- Debo confesarte, que me asusté por un momento, no quería perder a...- Jojo se quedó pensando en que palabra usar, de repente "amiga" no sonaba algo muy convincente- no quería perderte- se miraron y no dijeron nada. Ella volvió a hablar.

- Quizás me notaste decaída, pero es que cuando iba de camino a juntarnos un tipo desde un auto me gritó cosas absurdas, me dejó un poco triste esa situación, espero no te haya aburrido mi actitud, se supone que la tenemos que pasar bien pero yo me pongo así- ella se sentía muy apenada, sentía que arruinaba el momento por sus tonterías, pero al mismo tiempo se sentía aliviada de poder confiar en él para contarle ese suceso.

Josuke dejó caer su bicicleta y se acercó a _____ para abrazarla, esto tomó por sorpresa a la chica, que sin dudarlo lo abrazó de igual forma, estaban abrazados debajo de la lluvia, ninguno de los dos hablaba, sólo vivían, de vez en cuando se aferraban con más fuerza del otro.

- Jamás te pasará nada cuándo estés conmigo, y prometo, que si alguna vez alguien se atreve a hacerte daño, lucharé hasta el cansancio por ti- El protagonista quería decirle más cosas, mil cosas, más palabras que tenía acumuladas, el sentía mucho por ______ y claro, él no era el único que se encontraba así. Por su parte, la chica de cabello negro escuchaba a su compañero, con emoción, nadie jamás le había confesado algo así nunca, ella no creía en Dios, pero estaba segura, de que Josuke era un milagro que iluminó su vida.

- Dime Jojo, como es posible que no entendieras que la razón por la que estoy aquí, eres tú- se apretaron con más fuerza, hasta que se separaron, ni se atrevieron a mirarse a los ojos así que rieron, lanzaron unas piedras al río y volvieron a sus casas.

Josuke se había enamorado.

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PD: perdón lo cursi es que adoro a Josuke jiji

Mi canción favorita | Josuke X Reader!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora