Capítulo 8. Nada es lo que parece.

7 0 0
                                    

{James}.

—¿Porqué tendría que enojarme?— Ella gira lentamente su rostro hacia mi dirección con una mirada de desconcierto plasmada en sus ojos que al ver lo que hago se desvanece y pasa a ser una mirada acusatoria como la mía.

—Pues yo tengo que apresurar el paso con mi plan, pero al parecer el tuyo es morir atravesada por uno de los tentáculos de esa bestia— Parece no entender lo que digo al observarme como si yo hubiera dicho algo incomprensible.

Es a esta altura del peligro y olvidándome de la bestia que me pregunto «¿Acaso no le importa su propia seguridad?»; aunque con lo que hizo para poder salir del aula de ciencias experimentales no me sorprendería algún otro echizo u poder que tuviese bajo la manga.

Termino de quitarme la chaqueta bajo la atenta mirada de la rulosa y continúo con la playera, hasta que un rugido hace que me quite todas las prendas a una mayor velocidad para dar paso a un Zayn furioso queriendo tomar las riendas de la situación, mientras ella parece recordar de golpe como yo la presencia de la versión tétrica de calamardo y voltea rápidamente hacia el frente para no ser atacada por la espalda.

—No es justo atacar por de trás— Le grita a la bestia como si tratase de razonar con aquel ser desconocido para mí.

—No creo que la bestia sea caracterizada por poseer el honor como una de sus cualidades— Le digo con ironía deteniendo mi transformación.

Pero como si no fuese posible, aquel ser se queda quieto como una estatua frente a la rulosa y la comienza a mirar de pies a cabeza como si le hubiese entendido.

«Como si fuese un ser capaz de procesar información», pensé de entre  mis más profundos pensamientos, pues aún no creía lo que mis ojos estaban observando.

Entonces, como si el monstruo adivinara mis pensamientos, decidió dar otra prueba que nos diese a entender lo inteligente que es y  habló.

—Claro que no atacaría a una lekiana por la espalda ¿Acaso tengo cara de un cobarde?— Dijo con naturalidad como si fuera obvio.

Lo que estábamos escuchando me había dejado aún más desconcertado que antes, como si eso fuese posible.

Era algo sumamente extraño porque a simple vista solo se podían observar sus cuatro piernas enormes y sus tentáculos que formaban dos ileras de ocho en cada lado de su esqueleto, pero al darle un buen vistaso se puede ver con mayor claridad un rostro oculto entre dos enormes tentáculos que formaban un escudo protector.

Y lo más impresionante era el tono de su voz, tan grave y profunda como si el que se encuentra dentro de aquellos tentáculos fuese un sabio que a vivido por demasiado tiempo.

Aunque lo que no logro comprender es el porqué a llamado a la rulosa «lekiana», lo cual me hace crear miles de teorías en mi cerebro.

—¿Si quiera esa palabra existe?— Preguntó en su lugar con un semblante lleno de confusión e intriga por lo que a dicho el ser desconocido.

Y ella no era la única intrigada por aquellas palabras que dijo la bestia.

Más sin embargo, lo único que resivió como respuesta fue una pequeña sonrisa amistosa de aquel ser.

—Tu rostro me a confirmado mis sospechas sobre qué tanto sabes sobre tu origen, pero por lo que e vislumbrado parece que no sabes absolutamente nada de ti misma— Respondió el ser con algo de sorpresa en el tono de su voz dejando claro que lo dicho anteriormente tenía sentido.

👽👽👽

—No soy lekiana— Dijo la rulosa por séptima vez al ahora alien que dice ser.

Aunque con el aspecto que luce hoy dudo que esté mintiendo sobre lo que es, pero lo que si me parece algo absurdo y descabellado es lo que dijo sobre la chica. Porque no se ve como de otro planeta.

Poderes Sin Límites © Where stories live. Discover now