☆Capitulo 12☆

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Pov ominsente

—¿Que vas a usar?— pregunto Draco.

Cedric y Draco estaban teniendo una sesión de estudio de último minuto, para terminar con las tareas y trabajos que habían dejado mientras estaban con los cazadores de sombras. Mañana sería la segunda prueba.

—Una poción, tiene algunas cosas raras que no quise saber

—Le pedire a Magnus la receta por si algún profesor te pregunta

—Gracias dragón

Un toque se escuchó, Draco dejo un pase, y su padrino entró con la túnica oleando detrás de el.

—El drectori solicita tu presencia— Cedric se iba a levantar —No tu Diggory y Draco vamos.

Los tres salieron de la habitación de Draco, Cedric se dirigió a la sala común de Hufflepuf mientras Draco camino junto a Severus a la habitación del director, el rubio sintió sus sentidos al máximo pero un hechizo de sueño lo atacó. A la mañana siguiente a Cedric se le hizo raro no ver a Draco, cuando estaba apunto de dar la hora ni Draco, ni Harry estaban. Cedric se puso nervioso giro la poción entre sus dedos. Pronto apareció Harry corriendo.

—Estoy... aquí... —dijo sin aliento Harry, que patinó en el barro al tratar de detenerse en seco y salpicó sin querer la túnica de Fleur.

—¿Dónde estabas? —inquirió una voz severa y autoritaria—. ¡La prueba está a punto de dar comienzo!

—¡Bueno, bueno, Percy! —dijo Ludo Bagman, que parecía muy contento de ver a Harry—. ¡Dejémoslo que recupere el aliento!

Dumbledore le sonrió, pero Karkarov y Madame Maxime no parecían nada contentos de verlo... Por las caras, resultaba obvio que habían pensado que no aparecería.

Ludo Bagman iba en aquel momento entre los campeones, espaciándolos por la orilla del lago a una distancia de tres metros. Harry quedó en un extremo, al lado de Krum, que se había puesto el bañador y sostenía en la mano la varita.

—¿Todo bien, Harry? —susurró Bagman, distanciándolo un poco más de Krum—. ¿Tienes algún plan?

—Sí —musitó Harry, frotándose las costillas.

Bagman volvió a la mesa del tribunal.
Apuntó a la garganta con la varita como había hecho en los Mundiales, dijo «¡Sonorus!», y su voz retumbó por las oscuras aguas hasta las tribunas.

—Bien, todos los campeones están listos para la segunda prueba, que comenzará cuando suene el silbato. Disponen exactamente de una hora para recuperar lo que se les ha quitado. Así que, cuando cuente tres: uno... dos...
¡tres!

El silbato sonó en el aire frío y calmado. Las tribunas se convirtieron en un hervidero de gritos y aplausos. Sin pararse a mirar lo que hacían los otroscampeones. Cedric se aventó al agua para después tomar la poción y aventar el frasco al muelle. Harry por otro lado mastican las branquialgas con prisa, unos segundos se las tragó.

(N/A: Desde aquí será todo igual al libro con ligeros cambios)
 
Entonces, de repente, sintió como si le hubieran tapado la boca y la nariz con una almohada invisible. Intentó respirar, pero eso hizo que la cabeza le diera vueltas. Tenía los pulmones vacíos, y notaba un dolor agudo a ambos lados del cuello.
Se llevó las manos a la garganta, y notó dos grandes rajas justo debajo de las orejas, agitándose en el aire frío: ¡eran agallas! Sin pararse a pensarlo, hizo lo único que tenía sentido en aquel momento: se echó al agua.

El primer trago de agua helada fue como respirar vida. La cabeza dejó de darle vueltas. Tomó otro trago de agua, y notó cómo pasaba suavemente por entre las branquias y le enviaba oxígeno al cerebro. Extendió las manos y se las miró: parecían verdes y fantasmales bajo el agua, y le habían nacido membranas entre los dedos. Se retorció para verse los pies desnudos: se habían alargado y también les habían salido membranas: era como si tuviera aletas.

Entre las sombrasOnde histórias criam vida. Descubra agora