Mech X4 - Spyder Y Tú

6.2: ¡Hay que sobrevivir en el bosque!

Cuando ya pude ver, me di cuenta que estaba atada a una silla, con Harris a mi lado.

- ¿Harris? ¿Qué pasa? ¿Qué estamos haciendo aquí? ¿Quién nos trajo? ¿Por qué estamos atados?

- No lo sé. ¡A ninguna de tus preguntas! El carnicero debe venir por nosotros.

Ambos nos miramos, antes de empezar a removernos, intentando liberarnos.

- No debimos venir.

- Lo sé. Lo que Ryan pensaba que no iba a salir mal. ¡Salió mal!

- Tenemos que salir.

- ¿Cómo quieres salir? ¡Estamos atados! ¡Vamos a morir!

- ¡No me asustes más de lo que ya estoy!

- ¡¿Por qué les hicimos caso?!

- ¡Ya deja de gritar! -Harris se quedó en silencio, pero seguia susurrando, ocasionalmente, lo que podría pasarnos.- Spyder...

¿En qué momento me separé de los chicos?

Todo estaba mal.
No podía terminar aquí... no así. Aún había cosas que tenía que hacer.

Unos minutos después, el sujeto que nos trajo aquí trajo a... Spyder.

Lo ató en una silla, en el centro y se volvió a ir.

El carnicero era real... y éramos sus próximas víctimas.

- ¿Están bien? -nos preguntó Spy.

- ¡¿Crees que estamos bien?! Voy a mojar mi pantalón.

En ese momento, agradecí que Spyder estuviera entre nosotros.

- No teníamos que haber venido aquí. Te dije que fue una mala idea.

- No voy a dejar que te hagan algo. -mientras Harris seguía enloqueciendo, Spyder intentaba calmarme.

Pero... sabía que hasta él estaba asustado. Ya había olvidado su foto.

- ¿Y Ryan?

- No lo sé.

- Tiene que haber una forma de salir de aquí... -intenté buscar algo que nos ayudara a escapar, pero no había nada.

- A menos que seas experta desatando nudos... ¡No podemos salir de aquí!

- ¡Cállate, Harris! O acabaré contigo, antes que el carnicero. -Harris me miró asustado y seguido quejándose por lo bajo.

- ¿Sabes? Hace mucho que no te veo tan enojada. Y sería gracioso, si no fuera porque estamos por morir. -lo miré alarmada.

Se supone que él era quien me tranquilizaba.

- ¿En serio? ¿Justo ahora?

- Lo siento, ya me estoy asustando.

- Olvidalo. -sacudí mi cabeza, intentando buscar una forma de escapar.- Tal vez, si logro acercarme a ti, podría intentar desatar tus nudos y tú los míos.