Capítulo 4: ¿Qué me pasa?

5.5K 499 70
                                    

Varios días ya habían transcurrido desde la segunda noche que comenzó a ser atormentado por aquella pesadilla. No sabía si era el único, pero ahora pasaban mucho más lentos.

— Hinata — susurró.

— Hinataa...

— Hinata — repitió un poco más fuerte.

— ¿¡Eh, qué!? — se sobresaltó y habló algo fuerte pero lo suficiente para que lo escuchen.

— Señor Hinata, ¿a qué se debe ese grito? — dijo su profesor con molestia, acomodándose los lentes.

— Ahh....y-yo, perdón, no fue mi intención — se levantó de su silla rápidamente y le hizo una pequeña reverencia a todos los presentes.

— Quédate en tu lugar en silencio y no vuelva a interrumpir la clase, de lo contrario, tendrá que retirarse del salón — soltó un largo suspiro  — Bien, como les decía... — continuó con su explicación.

El peli naranja se sentó en su silla, manteniendo la cabeza gacha de la vergüenza por el grito que dio sin quererlo.

— Hinata... — murmuró su compañero sentado tras de él.

— ¿Qué sucede? — también mantuvo la voz baja para que el hombre no los escuche.

— ¿Qué te ocurre?

— ¿A qué te refieres Matsuda?

— Hace días que no paras de dormirte en clases. Por suerte, consigo evitar que los profesores te vean y a veces te pude despertar, como ahora. Pero cada vez me es más difícil cubrirte, un poco más y te atrapan — explicó con preocupación.

— Perdón, no quiero que te metas en problemas por mi culpa, gracias por haberme ayudado — le sonrió levemente.

— No te preocupes por eso — le sacó importancia —  Ahora responde, ¿qué rayos te sucede?

— Amm, no es nada, solo no pude dormir bien.

— ¿Seguro estás bien? — insistió al no estar convencido.

— En serio, tranquilo. Ahora intentemos de hacer silencio o el profesor nos va a descubrir y no quiero que nos metamos en problemas.

— Está bien...

Era verdad lo que decía su amigo. Hinata cada día se veía peor, con unas oscuras ojeras debajo de sus ojos avellana, con demasiado cansancio en el cuerpo, que apenas podía mantenerse en pie en los entrenamientos de vóley, mientras que en las clases directamente se desmayaba del sueño.

Si no fuera por su compañero que lo despertaba, tendría grandes problemas.

Miró el reloj de reojo y se fijó que faltaban cinco minutos para que empezara el descanso. Pero sabía que para él serían como cinco horas eternas.

Que toque ya, que toque ya — rezaba en sus pensamientos para que el timbre tocara dando inicio al descanso.

Luego de hacer su máximo esfuerzo para no caer rendido sobre su pupitre, escuchó el tan anhelado sonido que les permitía a los alumnos ir a almorzar y salió lo más rápido que pudo de allí.

Luego de hacer su máximo esfuerzo para no caer rendido sobre su pupitre, escuchó el tan anhelado sonido que les permitía a los alumnos ir a almorzar y salió lo más rápido que pudo de allí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Aʏᴜ́ᴅᴀᴍᴇ... | KᴀɢᴇʜɪɴᴀWhere stories live. Discover now