18. Quiero aterrizar en tu corazón - Mewgulf - Terminada

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Comandante y copiloto aterrizaron sin problemas el avión en el aeropuerto de El Cairo y tras coger su equipaje y saludar a los colegas de profesión en la terminal, fueron llevados en un minibús, hasta el hotel junto a los demás auxiliares del vuelo.

...-No me gusta nada viajar a estes lugares, hace demasiado calor, es sofocante-dijo Lyn dándose aire con una revista que había cogido-...De verdad no entiendo como esta gente puede soportarlo.

-¿Habías viajado alguna vez a este país, Gulf?-preguntó de repente Jimmy.

-Oh no, nunca he tenido un destino tan lejano.

-Te gustará ya lo verás, es cálido pero muy interesante.

Mew que estaba medio recostado con los ojos cerrados, los abrió y levantó la cabeza un poco para poner atención entre la conversación de los dos.

El moreno se percató de eso, entonces decidió seguir la corriente para fastidiar un rato, ya que le daba igual si jugaba con fuego y se quemaba, total que más le daba, él comandante ya lo tenía entre ceja y ceja.

-En la compañía en la que estuve anteriormente solo hacía vuelos nacionales pero ¿sabes querido?, yo soporto muy bien el calor y me encanta sentir como resbala el sudor sobre mi piel-Habló meloso mientras se alojaba la corbata y se desabrochaba unos botones del uniforme-... Uff... me gusta mucho porque así también puedo dormir desnudito y con la ventana abierta y sentir que la suave brisa de la noche acaricie mi cuerpo.

-Wow, emm.... ¿puedo dormir en tu habitación?-preguntó el copiloto mordiéndose el labio.

-Claro, en Roma estuve muy solito-dijo este coqueto ante la mirada atónita de sus compañeras y el propio Jimmy.

Tras escuchar eso, Mew no pudo evitar intervenir pues el coqueteo de Gulf lo tenía como el demonio.

-De eso nada...la distribución de las habitaciones seguirá como siempre...Las auxiliares chicas en un cuarto, el comandante y el copiloto en otro y los auxiliares hombre en otro-dijo riendo triunfante.

-Oh ¿En serio?-dijo el moreno poniendo morritos-...es una pena, Jimmy, lo pasaríamos tan bien.

Interiormente, Gulf sintió un gran alivio pues ni de coña se acostaría con el copiloto tan pronto y mucho menos después del chasco que se había llevado con el comandante pero era muy divertido hacérselo creer.

Sus compañeras, le dieron con el codo mirándolo anonadadas pues los dos chicos que no pararon de coquetear y cuando este les guiñó un ojo, lo entendieron todo.

Mew estaba deseando llegar al hotel pues le dolían los oídos de escuchar a los dulces tortolitos lanzarse piropos y además también le dolían los ojos de ver como el auxiliar insinuaba su acaramelado torso con la camisa entreabierta.

Este sentía hervir su sangre y las manos le picaban por caerle a golpes a su copiloto, ¿desde cuando había empezado a interesarse seriamente por él?, hasta donde él sabía, Gulf no le daba bola.

Estaba realmente furioso, tanto fue así, que al pararse el minibús bajó rápidamente, cogió su maleta y entró en el hotel sin esperar a nadie, dejando a los demás atónitos.

-Parece que el comandante está muy cansado, debe irse ya a dormir-Habló el moreno irónicamente arrancando la risa de sus compañeras.

Cuando llegaron a recepción para coger sus respectivas llaves de habitación, Mew ya subía al ascensor, éste pulsó el botón muy serio y le echó una mirada fulminante a Gulf la cual le caló hasta los huesos.

-Joder, hasta así de cabreado es jodidamente sexy, el hijo de puta-susurró el moreno para sí mismo.

(...)

Gulf se quedó dormido casi sin darse cuenta pues estaba rendido y ni siquiera se quitó el uniforme, había llegado a la habitación, había cogido sus cosas de aseo de la maleta y después se había entretenido con el móvil para mandarle unos mensajes a Mild, el cual al parecer estaba "cenando" con Pak.

Mew por el contrario no pudo pegar ojo, no era ni por el calor, ni por el colchón o la almohada, no era por pesadillas, ni por el yet lag, todo era debido a un pequeño demonio tentador de piel caramelizada y un carácter rebelde que lo enardecía.

Este se levantó y se fue a dar una ducha fría pues lo hablado en el minibus le vino a la mente y múltiples eróticas imágenes de Gulf desnudo, con el sudor resvalado y acariciando su dorada piel como lo había redactado éste, invadieron su mente.

Estaba nuevamente excitado y confuso pues jamás nunca nadie lo había traído así de loco, quería follarselo furiosamente hasta desquitarse de lo molesto que estaba y quería hacer que este se olvidase para siempre de la idea de follar con otro.

El comandante volvió a hacerse otra paja pensando en el sexy auxiliar y mientras su polla expulsaba numerosos hilos de semen que se mezclaron con el agua para luego perderse en el desagüe, volvió a jadear el nombre de este una vez más.

Tras terminar, Mew se secó el cuerpo pero no se cubrió pues el calor del ambiente junto con el de su piel lo quemaban, así que finalmente decidió salir al balcón y que la brisa nocturna lo enfriarse un poco.

Luego de unos minutos allí, no consiguió nada de lo planeado pues nuevamente su polla se erguió al pensar una vez más, en el sexy, coqueto y hermoso auxiliar.

-Oh joder Gulf, maldita sea, ¿qué me estás haciendo?