Día 1: Bozal

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Bozal

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La clase baja es la perra de los aristócratas, burgueses e, incluso, de la clase media.

Estos últimos son, de hecho, quienes más parecen recordarles sus puestos miserables e indignantes.

Kirishima, por su parte, supo desde el momento en que comenzó a tener conciencia de su entorno que jamás sería nada más que una rata miserable. Un tipo insignificante al cual nadie le debe respeto por su duro trabajo.
Un proletario más del montón.

Y "está bien". Eso es lo que tiene que hacer. Lo que le tocó por ser un miserable.

Como si él lo hubiese pedido, maldición...

- ¡Cállate de una maldita vez, asqueroso malnacido! -vociferó el gran hombre de robustos rasgos, mirando con sus cejas fruncidas al pelirojo de cabello levantado en un rebelde y llamativo peinado

Kirishima apretó con fuerza sus dientes luego de oír la orden. Cálmate, Eijirō, cálmate y cierra tu maldita boca... Se dijo a sí mismo, sintiendo su mandíbula adolorida por la fuerza que estaba ejerciendo para mantener ésta cerrada justo como su jefe había dicho.

- Deberías darle una lección. Para que sepa quién manda aquí -aconsejó el tipo junto a su jefe, mirándolo con desprecio injustificado

Clase media alta. Unos completos bastardos presumidos e interesados solo en lo monetario, pisando a quien sea necesario para poder subir sus cifras. Creyendo, ingenuamente, que alguna vez podrán llegar a ser algo más que unos "clase media alta".

- Tienes razón -respondió el otro, soltando una pequeña risita sarcástica

A lo que Kirishima, luego de oír la respuesta dada por su jefe, levantó su mirada con brusquedad para verlo.

No, demonios no. No aguantaré otro día más de trabajar sin dormir. Pensó desesperado.

Sin embargo, motivado por la expresión ajena, su jefe, Monoma Neito, agregó- A los chicos malos se les debe castigar -susurró, mirandolo con una ceja alzada en burla hacia su expresión angustiada

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Los bozales son medio para evitar que un perro muerda a otros perros o, en casos más extremos, a las personas cercanas a ellos.

Sin embargo, estos también le impiden al animal comer (además de, dependiendo de lo ajustado del elemento, imposibilitar que este ladre).

Kirishima se sintió terriblemente avergonzado y ofendido una vez aquel bozal de cuero fue colocado a la fuerza sobre la mitad inferior de su rostro.

- Cada mañana, antes de comenzar a trabajar, te lo pondrás -le había ordenado Monoma, apretando con brusquedad las correas que mantenían firme el objeto contra su rostro

Entonces se volteó, dispuesto a irse del lugar, teniendo la mirada de la mayoría (además de la de Eijirō) sobre él.

Sin embargo, antes de desaparecer por completo a través de la puerta, se giró una última vez para darle frente al pelirojo- Si me llego a enterar de que te lo quitaste... Hm, te irá mal, pequeño tonto -se rió, consiguiendo un ceño fruncido por parte del aludido

Maldito...

Pero, Finalmente, y luego de respirar con pesadez, regresó a su rutina normal de trabajo, viéndose interceptado por sus compañeros y amigos, quienes trataban de animarlo con comentarios como "Se te ve bien, amigo" o "Te hace ver rudo".

Steampunk     [KiriBaku Week 2020]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora