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Joaquin
Estar en momentos así con Emilio me
traían muchos recuerdos de la infancia.
Cada vez que llovía él y yo solíamos saltar por los charcos con nuestras botas y correr. Sonrei al recordar aquello y salí a la lluvia Las gotas mojaron mi ropa y se
pegó más a mi cuerpo No le di mucha
importancia, así que miré hacia arriba
con los ojos cerrados y abrí mis brazos.
La sensación era maravillosa, me
reconfortaba... Me hacía sentir vivo

-Veo que todavía te gusta la lluvia- dijo
Emilio Volví a abrir los ojos y lo vi a mi lado
-Nunca dejó de gustarme- contesté
mirándolo fijamente

Su cabello  estaba pegado a su
frente gracias a la luvia Un trueno
me asustó y como reflejo lo abracé
El correspondió y luego de un rato de
mirarnos me separé

-Creo que debemos entrar- dije desviando la mirada y volviendo a la casa
-Sí
El me siguió y al entrar vi a Gabriela con
Zed. Ella al notarme soltó un gritito.
-Qué te pasó? -preguntó mirándome de
arriba a abajo.
-Es que fui a tomar aire y comenzó a
llover- traté de actuar tranquilo
Ella me miró con los brazos cruzados.
Luego miró a mis espaldas
-También Emilio?-miré a mis espaldas y
lo vi tomando una cerveza El estaba igual o peor de empapado que yo.
-Eh... sí- dije rápidamente y puse un
mechón de mi cabello detrás de mi oreja
-Okay... Como sea- dijo no muy segura- Zed me invitó a una cita- susurró

La miré con una gran sonrisa. Luego miré a Zed, el cuál permaneció callado durante la charla y le mandé una mirada de "te vigilo" El sonrió y levantó las manos
como diciendo "soy inocente"

-Vamos a tomar algo-propuso Gabi
-Ya voy, iré al baño-dije. Ellos asintieron y desaparecieron en la cocina.
Pasé por toda la gente hasta llegar a unas
escaleras y subí por ellas.
-Lindo trasero precioso- dijo un chico mientras subí por las escaleras

A kilómetros se
notaba que estaba borracho.
Lo ignore y seguí mi camino, me
encontraba en un pasillo y en ambos
lados había varias puertas. Traté de
abrirlas una por una. La mayoría se
encontraban cerradas, no me quiero
imaginar lo que pasaba allí adentro. Una
se encontraba abierta, esperanzado de
que fuera el baño la abrí. Pero al instante me arrepentí
Camila se encontraba sobre un chico
besándolo como si no hubiera un
mañana. Pero no cualquier chico... Era
Michael. Cerré de golpe la puerta y
suspire.
Traté de hacer como que no vi nada y
seguí buscando el baño.
Cuando por fin lo encontré, la cerré  y me miré al espejo. Estaba hecho
un desastre, con todo  el pelo esponjado y la ropa mojada pegada a mi cuerpo me peiné con mis dedos mi cabello y sali

Bajé y fui a la cocina junto con los chicos.
Gabriela tomó demasiado Zed y yo solo
tomamos un poco de agua

-iAmo las fiestasssss!- dijo Gabi
arrastrando las palabras y se colgó del
hombro de Zed.
-Gabi, vamos. Te llevaré a mi casa-dije.
-Sólo un ratitito más-dijo y se echó a reír.
-Si quieres las llevo- propuso Zed.
Le sonreí y por su hombro vi a Emilio, y
me pregunté, cómo iría a casa si Michael
está más borracho qué él?
-Zed, Podrías también llevar a Emilio
con nosotros?- pregunté tímido Recién
lo conozco y no quiero abusar de su
generosidad.
-Claro, no hay problema-me sonrió.
-Gracias. Iré por Emilio- dije.
-Bien Llevaré a Gabriela a la entrada, allí los esperaremos

Asenti y fui por Emilio Al principio sólo
se tiraba encima de mí y decía tonterías,
pero por fin, junto con Zed, logramos
meter a Emilio y Gabi dentro del auto
Yo le iba dando indicaciones a Zed para ir
a casa de Emilio Cuando por fin llegamos.
Se encontraba medio dormido así que
metí la mano en el bolsillo de su camisa y
saqué sus llaves. Abrí la puerta y lo llevé a su cuarto

-Ve a dormir- dije mientras lo dejaba en su
cama. Le quité las zapatos y me levanté,
pero el me tomó de brazo y acercó su
rostro al mío.
-Eres hermoso, Joaquin- dijo mirándome
a los ojos Algo se removió dentro de mí,
pero no debía ilucionarme. El estaba
borracho y mañana se olvidaría que esto pasó
-Emilio basta...-mi voz salió algo quebrada.
-Es en serio
-Estás borracho, mañana olvidarás todo lo que me dijiste- me solté de su agarre y me dirigí a la puerta- descansa- dije mientras la abría
-Me gustas-lo oí susurrar cuando cerré la puerta

Me recargue en ésta y comencé a llorar.
Dijo que le gustaba... Sería más creíble
si lo hubiera dicho estando en sus cinco
sentidos. Pero tengo que conformarme
solamente con esto. Porque mañana
volveremos a la rutina... El con sus
charlas de las chicas que le gusta, y yo a
guardarme los sentimientos y fingir que
todo está bien.

un amor para recordar (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora