Capitulo 6

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Clarke

- ¿Que ha sido eso?- Pregunto Lincoln.

- Ni idea- Dije sorprendida e intentando que no se notará lo que me había gustado escucharlo.

- Que raro...- dijo frunciendo el ceño.

Me giré hacia el con aire ofendido.

- Me estás diciendo que no soy guapa- Dije intentando parecer ofendida.

- Jajajaja, por favor, lo sabes perfectamente, pero es la primera vez que oigo a Heda hablar a un humano como un igual y llevo aquí bastante tiempo-

- Pues no se, cuando vino las otras veces actuó igual-

- Que raro...-

- Por cierto ¿Quien es esa tal Costia?- pregunté ahora sí disimulando mi interés.

- Es la protegida de Titus, su castillo fue arrasado y solo quedo ella, cuando la encontraron Titus como que la adoptó y desde entonces no suele andar muy lejos o de él o de Heda-

- ¿Pero están juntas o algo?-

- No y no es por ella, estuvieron un tiempo juntas pero yo creo que Heda se cansó de que la intentará cambiar, ya has visto como es-

- Si algo odiosa sí que es-

- Será mejor que no te oigan diciendo esas cosas Clarke-

- Pero es la verdad-

- ¿Quien es ahora la que está celosa?-

- ¡No estoy celosa! Lo que pasa es que no me cae bien-

- Cuidado Clarke, no te fijes en quien no te conviene...-

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Lexa

Tras dejar la armadura en la fragua fui a cambiarme, no sin antes conseguir que Costia me dejara en paz, me puse ropa más formal, me preparé mentalmente para la discusión con mi padre y fui a su despacho.

-Pasa hija- Le escuché decir cuando me acerque a la puerta.

- Padre- Saludé

- Lexa, sabes perfectamente lo que opino de que salgas con los guerreros, hoy hemos perdido a uno y podrías haber sido tu-

-Sabes que soy mejor que cualquiera de ellos, tu te ocupaste de ello-

- Aún así, eres más importante, algún día tomarás mi lugar y llevarás este sitio y no puedes arriesgar tu vida en vano por cosas que pueden hacer otros-

La charla de siempre, la misma conclusión, seguire saliendo cuando lo considere necesario.

- Hija, se que aquí te aburres y necesitas hacer algo, pero no es seguro que salgas, puedes dedicar tu tiempo en hacer otras cosas-

- ¿Como que?- Dije ya cansada de siempre lo mismo - ¿Entrenar? Ya lo hago y no hay nadie que me iguale-

- Puedes formar nuevos guerreros, eso te mantendría ocupada-

- Todos los guerreros que tenemos son demasiado prepotentes como para que yo les enseñe, no tengo esa paciencia-

- Algo tienes que hacer, no puedes estar siempre saliendo-

- Intentaré salir menos, pero sabes que para las cosas importantes es muy necesario que yo me ocupe-

Al final la conversación no va a ninguna parte, ambos somos demasiado cabezotas como para cambiar de opinión.

Tras acabar con mi padre me fui a mi habitación, desde la ventana veía el patio del castillo, dónde estaba la fragua en un lado y la puerta de entrada al otro.

Iba a darme la vuelta cuando vi una melena rubia, me quedé mirándola un rato hasta que vi al herrero acercarse a ella y echarla un cubo de agua por encima. ¿Pero que hacían?
Vi como Clarke se giraba mientras Lincoln intentaba huir y se subía a su espalda, como resultado ambos acabaron en el suelo riéndose.

Me di la vuelta, no quería ver eso, ¿Que pasaba entre Clarke y Lincoln?¿ Había algo entre ellos? Clarke es muy guapa, no es de extrañar que alguien se fije en ella pero ¿A ella le gustaría Lincoln?

Esa idea me enfureció, sin saber porque cogí mi espada y me fui a la zona de entrenamiento a darle golpes a algún maniquí.

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Clarke

-¡Lincoln! Ya te vale...-

- Dijiste que tenías calor- contesto, levantando las manos para hacerse el inocente.

- Si, y justo por eso salia a tomar el aire, no era necesario que me empaparas-

- Anda si es solo un poco de agua-

- ¡Un poco dice!-

Ambos nos echamos a reír, en realidad no me molestaba que me haya mojado, con el calor de la fragua me secare en seguida, pero estos ratos de risa y salirse de la monotonía me dan la vida, cada vez me llevo mejor con Lincoln, este me ha empezado a llamar pequeña de forma cariñosa, creo que me ve como una hermanita, lo cual me parece estupendo.

Lo que quedó de día y el día siguiente lo empleamos en reparar la armadura de Lexa, los daños eran grandes pero Lincoln hizo un trabajo excelente y tras alisarla otra vez, forjarla y pulirla estaba como nueva, tal y como dijo que quedaría, seguro que Lexa se ponía muy contenta.

La princesa de las tinieblas (Clexa AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora