Harry se sentía algo desconsertado, tenía años, pidiendole un amigo a Dios y sin embargo, Lucifer fue capáz de darle uno más rápido. ¿Dios realmente existía? Si así era ¿Por qué no había ayudado a Harry antes? De pronto aquel niño, Draco volvió a hablar.
-No deberías preocuparte, Dios es una persona muy ocupada, en cambio Lucifer, no tiene mucho que hacer. Pero ven, sientate, hay algo importante que tienes que saber.
Harry se sentó en el suelo de la alacena, el pequeño niño sonrió y Hary involuntariamente le devolvió la sonrisa.
-Bueno primero que nada tienes que saber, que no le puedes contar a nadie de mi, al menos hasta que yo te lo diga.
-¿Por qué?
-Ahora soy debil, necesito crear lazos fuertes contigo para que los demás piedan verme. Así que no le cuentes a nadie.
-Esta bien.
-Segundo, solamente podré venir por las noches ¿de acuerdo?
-Si.
-Eso es todo, ¿Qué quieres hacer, Harry?
-¿Podemos comernos el pastel?
-Pues claro, para eso lo traje ¿no?Salieron de la alacena y empezaron a comerse el pastel, estaba muy rico y cuando dieron las 10, Draco habló.
-Me tengo que ir, tus tíos no tardaran en llegar y eso sería un problema.
-¿Volverás mañana?
-Si eso quieres si.
-Si por favor.
-Bien, te veo mañana, Harry.
-Adiós...Y con un chasquido de dedos, aquel niño rubio desapareció dejando a Harry en la cocina solo...
3 años después
La vida de Harry había cambiado considerablemente, ahora, en su alcancía siempre había dinero, en su armario siempre había ropa nueva, y ahora tenía 2 nuevos amigos.
Uno pelirrojo y con pecas, llamado Ron Weasley y una castaña muy inteligente, llamada Hermione Granger. Se habían conocido hace 2 años en la calle e inmediatamente se habían llevado bien.
Harry los llevaba a casa de sus tíos, estos los recibían, a regañadientes, nada comparado con Draco, este al año se habia vuelto visible y este se había presentado en casa de sus tíos diciendo que era hijo de unos ricos empresarios y sus tíos encantados, lo aceptaron.
Desde ese día, Draco lo visitaba constantemente, paseaban, hacian pijamadas, etc. Sus tíos parecían quererlo más a Draco que a el.
Ese día, Draco estaba de visita, estaban en el cuarto de Harry, Harry acurrucado en el pecho de Draco y este acariciaba los rebeldes cabellos de azabache.
Harry tenía una pregunta, el estaba seguro de que eran puros mitos, pero aún así tenía curiosidad sobre porque Dios había enviado a Lucifer, su ángel más querido, al infierno.
No se iba a contener, si Draco era un demonio, debía saberlo, y también porque quería borrar de su mente ese pensamiento que decía que "Draco era demasiado hermoso para ser un demonio" desde la perspectiva de Harry, él, era un ángel.
Pero no tenía caso seguir conteniendolo, debía aceptar que le gustaba el rubio que tenía detrás, lo había descubierto el año pasado, pero no quería admitirlo. Con esos pensamientos en mente preguntó:
-Draco...
-Mm...
-¿Por qué Dios desterró a Lucifer del cielo?
-... es una historia complicada y... yo era joven cuando ocurrió así que...
-Con lo que puedas decirme esta bien.
-Bien, pero no puedo decirte mucho."Dios convirtió la perfección en ángel y lo llamó Lucifer, le dio belleza y sabiduria. Los demás angeles decían que Lucifer era el favorito de Dios, pues este lo llenaba de atenciones y privilegios. Y eventualmente Lucifer de enamoró de su creador, Dios le dijo que no, que el solo amaba a la humanidad. El corazón de Lucifer de destrozó y solo podía preguntarse: ¿Por qué los demás angeles no sentían amor, tristeza u odio? Pensó que si su corazón ardía de dolor, el paraíso ardería en llamas. Convocó a un ejército de angeles e inició una rebelión. La guerra duró miles de años y cuando por fin terminó Lucifer fue castigado, antes de que Dios le arrancará su alas le preguntó: "¿Por qué me hiciste capáz de amar si me iba a doler tanto?" Dios no le respondió y se limitó a mirarlo con profunda tristeza y decepción. Lucifer fue enviado a las tinieblas junto con su ejército de angeles caídos. Lucifer juró que haría sufrir a Dios, traería a la humanidad consigo y la haría sufrir en un lugar que ardería para olvidar el amor que aún le tenía a Dios".
-
Wow...
-Si, wow.
-No tenía idea de que se amaran.
-El sentimiento no fue mutuó, eso fue lo que lo destrozó.
-Entonces Lucifer no es tan malo como dicen, y Dios tampoco no es tan bueno.
-Exacto.
-Ojalá se hubieran correspondido sus sentimientos.
-Y tú lo que tienes que hacer es liberar los tuyos.
-Eh?Harry se volteó para mirar a Draco, este estaba sonriendo ladinamente, como hacía cada vez que descubría un secreto de Harry. Harry estaba seguro de que estaba más rojo que un tomate. Seguro Draco le había leído la mente (como de costumbre) y había descubierto sus sentimientos.
-Bueno, yo... eh...
Harry se paró en seco cuando Draco lo tomó de la barbillas y lo acercó más, cortando la poca distancia entre sus labios. Oh, oh, oooh.
¿Qué más podía hacer Harry, aparte de seguirle el beso? Exacto, nada. Si era un sueño, que nadie lo despertará.
Es lógico que se tuvieron que separar por el aire, Draco miraba a Harry con un brillo en sus ojos peculiar, le sonreía, y el también estaba sonrojado. Harry le sonrio debilmente y Draco habló.
-No es un sueño para que lo sepas, y también me he enamorado de tí, tal vez desde antes y no quería admitirlo. Pero ahora que se que es correspondido estoy muy féliz.
Harry no pudo más y besó nuevamente a Draco, sentandose mejor frente a el en su regazo, mientras que el otro le acariciaba la espalda, cuello y mejillas. Harry ya había esperado mucho (según el) y no fue ninguna sorpresa cuando tomó las manos de Draco posisionandolas sobre su pecho mientras le indicaba a sacar su camisa de ahí.
Ambos se sentían muy felices , cuando de pronto...
-Harry! Adivina que! Tus tíos nos dejar-...
-Maldita sea-susurró.
(Esa es la pose UwU)
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El niño que oraba por Lucifer
Fantasy"Cuida a mis tíos, a mi primo, que no nos falte nada, cuidame a mi por favor, y por favor, si no es mucho pedir, quisiera un amigo, alguien con quien jugar y que este para mi... ... y por favor cuida a Lucifer porque nadie ora por él."