Lo que siento por ti [Teru x Akane] (Completa)

Capítulo 7.

El pelirojo abrió la puerta de la azotea y entro, se recargo en la reja que estaba para que nadie se cayera, se quedo viendo la ciudad, pero escucho la puerta abrirse, volteo a ver quien era y Minamoto Teru estaba entrando a la azotea.

— ¿tu también tienes una clase libre, Aoi? —preguntó mientras sonreía.

— si —contestó.

El rubio empezó a caminar hasta quedar enfrente del pelirojo y luego le sonrió.

— entonces, Aoi, pasemos tiempo juntos —dijo el rubio.

— ¿por que querría pasar tiempo contigo? —preguntó mientras levantaba una ceja.

— para llevarnos mejor —contestó

— pues deja de molestarme siempre.

— no lo creo —dijo mientras sonreía, se acercó un poco a Akane y lo agarro de la cintura pegándolo hacia el.

— o-oye suelta me —dijo Akane con un ligero sonrojo —¿c-como quieres que nos llevemos bien, si s-siempre eres muy molesto —preguntó mientras trataba de soltarse del agarre del rubio.

— solo así llamo tu atención —dijo Teru en su mente.

Akane trataba de zafarse de Teru, pero este era más fuerte que el y no podía, enserio al rubio le encantaba molestarlo, volteo un poco a verlo y, el Minamoto se estaba acercando a su rostro, Akane sólo se sonrojo... luego la puerta de la azotea se volvió a abrir, y Akane empujo a Teru.

— Akane-kun, así que estabas aquí —dijo una chica de cabello morado mientras sonreía.

— ah, hola Ao-chan —saludo a su amiga —¿necesitabas algo? —preguntó.

— ¿eh? no sólo te decía que las clases ya casi comienzan —dijo mientras aun sonreía.

— ah es cierto, entonces vamos —dijo acercándose a la pelimorada.

— claro —contestó.

El pelirojo y la pelimorada salieron de la azotea dejando solo al Minamoto que solo veía como se iban.

— si Akane-san no hubiera llegado, hubiera podido besar a Aoi —dijo Teru, imaginándose a el besando al pelirojo.

Después de eso también se fue de la azotea, para dirigirse a su salón, ya faltaba poco para que la siguiente clase diera inicio.

Las siguientes clases siguieron como siempre. Cuando acabaron todos se fueron a sus casas, menos Akane y Teru, ellos debían hacer el trabajo del consejo estudiantil.

— ya es poco lo que nos queda —dijo Akane mientras veía los papeles.

— así es —dijo Teru mientras leía uno.

Ambos siguieron en lo suyo, aunque el rubio algunas veces molestaba al pelirojo.

Cuando ya se estaba atardesiendo  ambos decidieron irse a casa.