||𝐌𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐀𝐦𝐢𝐠𝐨||𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨

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ʙɪᴀɴᴄᴀ

Salí de mi casa rumbo a la casa de mi amigo el cual no se encontraba muy bien que digamos.

Los pongo en contexto, estaba de novio con una piba que le clavó los cuernos con todo el barrio, literalmente todo menos Camilo que por respeto a su amigo no le dio bola pero a el resto le chupo un huevo todo.

Toque el timbre y me abrió su mamá, le di un abrazo y un beso en la mejilla

—Juli hace días no te veo—me mira con una sonrisa

—Venís siempre cuando estoy trabajando-hundió los hombros—Esta arriba, hoy está peor que ayer, se bajonea cuando esta solo—asentí y después de Saludar a Pedro y a Emi subí las escaleras y entre

—Como está el más lindo de el mundo?—me miro, tenía los ojitos y la nariz rojita de llorar—Traje algo que te va a gustar—hable dejando mi mochila arriba de el escritorio

—No te voy a hablar en toda la tarde así que te podes ir porque te vas a aburrir—susurro haciéndome largar una risita

—Mira si te voy a dejar que te comas todo el helado solo—saqué el pote de helado y agarre las dos cucharas que le había pedido a su mamá—sentate dale—negó—Dale bebé—hizo puchero y se sentó, me acomodé a su lado y me abrazó por la cintura y apoyo su cabeza en mi pecho

—Gracias—susurró y sonreí

—No me agradezcas, yo te voy a acompañar siempre—dejé un beso en su frente y él sonrió

Comimos el helado así abrazados y después de mirar un capítulo de nuestra serie nos acomodamos para dormir un rato.

Abrí los ojos cuando sentí un líquido recorrer mi cara, vi a Camilo que se reía, me tiro un vaso de agua el pelotudo.

—Sos pelotudo?—miré a Mateo que dormía

—Solta a mi marido loca—me reí—Como esta?—movi la mano indicando que más o menos

—Shh—se estiró y me abrazó por la cintura

—Toma puto me prefiere a mi—susurre, con Camilo nos peleábamos siempre, en el fondo nos queremos pero es más divertido pelear

—Cállate y dormí dale—se quejó mateo—Cami, acóstate ahí pero cállense—señaló atrás suyo ya que nosotros estábamos abrazados de el lado de la pared y sobraba media cama

Abracé a mateo por los hombros y después de acomodarme me dormí nuevamente.

—Chicos—escuché a lo lejos—durmieron casi 10 horas, levántense—entre abrí los ojos y miré a Mateo que me miraba también con los ojos entre abiertos

—Nos cocinaste vieja?—hablo mateo aun mirándome

—Si hijo—después de eso se escuchó que cerraba la puerta y supuse que se había ido

—Vamos?—me pregunto y asentí —Camiii—lo sacudió haciendo que me ría

—Para un poco la concha de tu madre—se quejó—Seguro que a ella no la despertas así—me reí