Capitulo 22: ¡Estoy completamente perdida!

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"Aunque sabía que el amor requería de sacrificios, no estaba dispuesta a aceptar los míos. Porque no me parecía lo suficientemente relevante, no creía que fuese lo bastante poderoso y tampoco lo había sentido jamás. Y alguien desde lo alto vio mi aburrida vida, entrecerró los ojos, chasqueo la lengua y lo mandó a él, para terminar con la maldita indiferencia".

LAURA BLAIR

Ese día no supe nada más de mi padre

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Ese día no supe nada más de mi padre.

La grúa llegó después de unas horas.

Le di la dirección de la puerta de mi casa y aunque ofrecieron llevarnos mi amiga y a mí —Eran unos hombres jóvenes, se veían buena gente, pero... ¡No! No podía caer en el gravísimo error en el cual maté a un hombre ¡dos malditas veces! Puedo ser impulsiva, pero repetir algo que sé que hice mal, jamás—, negué de inmediato y terminé pagando un taxi millonario a mi conjunto de apartamentos.

Christine paró de decir locuras hace poco y bueno, en esas estamos...

Mi amiga tiene un hielo envuelto en una toalla, presionado en la cabeza y se encuentra acostada en mi estómago. Yo, estoy admirando el techo —Completamente blanco—, mientras pienso en los caminos de la vida.

¿Por qué se portó así?, ¿acaso fue mi culpa que saliera disparado hacia adelante?

Preguntas que por ahora no tendrán respuesta, ni en un futuro cercano, ya que, el único número que le entregué fue el mío y adivinen quién lo mandó a nadar hace rato.

Podría hacer una reposición y todo eso, pero mejor no. Sería mucho trabajo y ahora solo deseo descansar.

—Ya lo estoy extrañando —susurro muy bajo, esperando que Chris no me escuche.

A pesar de que ese hombre me gritó sin razón y hace pocas horas vi su rostro por última vez, el vacío que dejó se va haciendo más y más evidente con el pasar de los minutos. Es una sensación tan extraña, pero... dolorosa.

—Creo que me enamoré —responde mi amiga que creo no escuchó lo que dije, porque lo exclama con una felicidad totalmente contraria a mi forma de hablar.

Levanto el torso, cruzo las piernas y la observo fijamente.

—Es gay —replico con calma.

Esta misma charla la tuve hace rato en la cocina y su reacción inmediata fue tirarme todo lo que tenía al alcance —Gracias a Dios y los cuchillos estaban escondidos—, y negarlo rotundamente, riéndose, ocultando la tristeza que en verdad le estaba produciendo. Su esperanza la marchité con dos pequeñas palabras.

—Lo sé, pero no parecía, lo tiene muy guardado. —Levanta la cabeza y me observa—. Y si no funciona, de todos modos tengo 2 opciones —Sube las cejas, divertida—, aunque Harry es mayor, Simón es muy inteligente, es alto, es lindo, los dos lo son. —Se apresura en corregir saliendo de su distracción—. Tienen los ojos...

Mi vida con Laura ©Where stories live. Discover now