Tantos golpes deben servir para algo,
¿Para qué me han servido a mi?,
Para ponerme una diana en la frente y tener yo misma el revólver en la mano.
Por eso escribo,
para descargar tantas balas.
Bienvenidos a mi recámara.
Tantos golpes deben servir para algo,
¿Para qué me han servido a mi?,
Para ponerme una diana en la frente y tener yo misma el revólver en la mano.
Por eso escribo,
para descargar tantas balas.
Bienvenidos a mi recámara.
Este no es un libro de esos que dejas olvidados en un rincón, es un libro de esos que vuelves cada vez que lo necesitas. Es de esos que logran derrumbarte, pero también hacerte brillar. Te hará llora...