Veinte años de tinta sobre piel.
Diez días sin saber dónde vaciar lo que no llegué a escribir en ella.
Si alguna vez se te terminó la piel, entonces vas a entenderlo todo.
Veinte años de tinta sobre piel.
Diez días sin saber dónde vaciar lo que no llegué a escribir en ella.
Si alguna vez se te terminó la piel, entonces vas a entenderlo todo.